Pablo Rojas Villacorta, de "piola" a extrovertido

El "rucio"

Edad: 45 años | Estado civil: casado | Hijo: 1

Sus ojos azules le valieron el apodo de “rucio” entre sus compañeros de encierro. Antes era conocido como “cañita” o “flaco”. Los apodos, entre los mineros, son algo muy común… a tal punto de que muchos no conocen el verdadero nombre de los demás.

Pablo llevaba sólo seis meses trabajando en la mina San José. Lo hacía para seguir pagando la universidad a su hijo Mitchel, que estudia Medicina y es su gran orgullo.

Su mujer, Ximena Contreras, prefiere guardar las cartas de Rojas en secreto. Dice que “son cosas muy privadas” las que cuenta y que hasta le dan vergüenza que las autoridades a cargo del rescate las puedan leer antes de que lleguen a sus manos.

Ximena, sin embargo, sí se anima a relatar cómo ha sido la evolución que ha visto en su “viejo”, durante todo este tiempo: “Ha sido como una de estas montañas rusas grandes que hay en otros países. A veces las ganas de salir suben mucho, mucho, y como que pierde la paciencia… otras veces el ánimo le baja o se pone pensativo. Hay una carta que no entendí muy bien porque sólo ponía cosas como pensamientos suyos”.

La bandera del Bicentenario, que recorrió más de 2.000 kilómetros en el norte de Chile, llegó durante las Fiestas Patrias al yacimiento San José de la mano de Mitchel… un gesto que conmovió hasta las lágrimas a su padre.

“Me sorprende muchísimo que él esté demostrando tanto sus sentimientos. Porque nosotros lo conocemos más piola, más callado. Parece que el encierro le ha hecho bien en ese sentido, como que ahora conversa más y muestra más lo que piensa y siente”, cuenta Mitchel.

La madre de Pablo, Nélida Villacorta, teme que al salir su hijo quede como desorientado: “Está pasando lo que muchos temíamos, se están angustiando dentro. Pero el doctor también nos explicó que, como los hombres somos animales de costumbres, ellos también pueden estarse acostumbrando al encierro y no sepan muy bien cómo actuar al salir. Por eso han hecho un sistema para enseñarles cosas, a hablar con los periodistas, por ejemplo, o a demostrar sus afectos de manera correcta”.

Sin gran diferencia luce entre sus primeras imágenes (izquierda) y las más recientes.