Fue el primer rostro que pudimos ver de los mineros bajo tierra. Renán Avalos Silva es el dueño de esos ojos grandes, de mirada intesa, que se asomaban en la pantalla de los televisores de todo Chile el día domingo 22 de agosto.

Y cuando los rescatistas –ayudados por las fotografías de las fichas laborales de la mina— intentaban descifrar cuál era el hombre de la imagen, entonces apareció don Alfonso Avalos, padre de Renán y Florencio, para decir que ese era su hijo, sin lugar a dudas.

“Sentí una alegría muy grande de ver a mi hijo, yo sé que estaban bien, porque así los criamos, fuertes, como se cría en el campo en donde vivimos nosotros, en Salamanca, con mucha fuerza”, cuenta el padre.

Renán ha tenido una estadía muy inestable bajo tierra. En su “historial clínico” quedaron registrados alto y bajos anímicos… pero a pesar de eso ha demostrado gran fortaleza para contener a su hermano mayor. “No sé si estoy bien o mal. No quiero pensar en cómo estoy. Y tampoco quiero esperar que nos saquen, porque tanta espera me volvería loco. Me gustaría que hubiera más gente acá abajo, haciéndonos compañía… porque somos 33, pero estamos solos”, escribió Renán en una de sus últimas cartas.

Amante de los caballos, a Avalos sus amigos de Colliguay le mandaron videos con sus cabalgatas por el campo. Eso le ha hecho muy bien… ver imágenes del exterior les abre el mundo, les refuerza la esperanza, explican los psicólogos expertos a cargo de los hombres.

Tanto a Renán como a Florencio, el presidente de la ANFP Harold Mayne-Nicholls, les regaló una camiseta autografiada por los jugadores de la Selección Chilena: ellos la pidieron como un regalo, y la municipalidad de Salamanca se las consiguió.