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información @Empresa El Mercurio S.A.P., editor del diario La Segunda.
Por Nicole Daroch y María de los Ángeles López
La propia concejal dice que aunque para ella es un orgullo tener el apellido Pinochet, en algunos casos es un peso: “Si no llevara el apellido Pinochet viviría mucho más tranquila”, afirma Lucía Pinochet.
¿”Matea” con aspiraciones de alcaldesa?
En el concejo de Vitacura la califican como la “matea” del grupo. Llega todos los miércoles temprano al concejo municipal, cargada de archivadores con los temas a debatir. El concejal Guillermo Agüero se sienta todas las reuniones a su lado y la acompañó durante sus primeros meses, en que estaba “empezando y necesitaba más apoyo en las reuniones”, revela.
Quienes la conocen, aseguran que postuló por apoyar a su hijo, Rodrigo García Pinochet, quien tuvo una frustrada candidatura a diputado por Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea. Ella,
con una fugaz campaña de tres semanas, logró la segunda mayoría (14.83%). “Ella dice que no votaron por ella, sino por su familia, como reconocimiento y agradecimiento a su papá”, dice Agüero su mejor amigo en el concejo. Además, piensa que si Lucía hubiese realizado una campaña electoral más extensa, seguramente habría obtenido la mayoría en el municipio.
Ya han pasado 22 meses y a algunos le gustaría verla como reemplazante de Raúl Torrealba en el sillón alcaldicio, pero otros critican su falta de experiencia política. “No me extrañaría que se llegara a presentar como candidata a la alcaldía de Vitacura”, afirma el concejal Raúl Correa.
Sobre el tema, Lucía Pinochet no quiere apurarse. Prefiere vivir el momento y cumplir de la mejor forma su tarea como concejal. Y sólo muestra una amplia sonrisa al abordar el asunto de su futuro en Vitacura.