Conozca los detalles y gestos reveladores que se vivieron durante la prolongada sesión de esta tarde, que mantuvo en vilo al país desde las 8:30 horas.
SANTIAGO.- Poco después de las 8:30 horas de este miércoles, el fiscal nacional, Sabas Chahuán, hacía su aparición en el Centro de Justicia junto a su equipo de investigadores compuesto por los persecutores Carlos Gajardo, Pablo Norambuena y Emiliano Arias, para participar en la primera jornada de formalización por el caso Penta.
Era su regreso al lugar desde la última vez que litigó antes de asumir la dirección del Ministerio Público y quizás por eso se mostró nervioso al entrar a la sala 103 del edificio C -donde se acostumbran a realizar los juicios orales- y derramó sobre la mesa el vaso con agua que fue dejado en su lugar.
El accidente fue minutos antes de que hicieran ingreso a la sala los diez imputados en la causa, quienes acompañados de sus abogados permanecieron distantes unos de otros.
Carlos Eugenio Lavín y Carlos Alberto Délano llegaron con el abogado Julio López, y a ratos se reían como comentando algo personal. La llegada de Hugo Bravo -con quien enfrentaron un juicio laboral tras ser demandados por el ex directivo por despido injustificado- no pasó inadvertida para ellos. Sin embargo, no hubo saludo.
Un cabizbajo Pablo Wagner hizo su entrada con su abogado Gonzalo Medina, probablemente porque su situación es la más complicada de los diez encausados, al enfrentar delitos de lavado de activos, delitos tributarios y cohecho. Todos en caracter de reiterado.
Incluso fue el único que durante el receso de almuerzo no cruzó palabras con el resto de los imputados, que comieron sandwiches afuera de la sala donde horas antes conocieron los cargos que pesaban en su contra.
"Cultura de la evasión"
El ex funcionario del SII Iván Álvarez -actualmente en prisión preventiva- fue el último en ingresar a la sala. Lo hizo esposado y por el túnel que conecta el penal que lo alberga, con el Centro de Justicia.
Las esposas, sin embargo, le fueron liberadas tras la solicitud de su defensa -encabezada por el abogado Carlos Cortés- quien argumentó que su representado debía tomar apuntes para así facilitar su defensa.
Y así lo hizo. Durante las siete horas en las que se extendió la audiencia, el ex empleado del organismo fiscalizador escribió algunos de los antecedentes relevantes expuestos en su contra por los fiscales y de vez en cuando, leía el Código Tributario.
En la mesa que ocupaba el Ministerio Público, un Chahuán emocionado exponía los antecedentes que durante nueve meses reunió el fiscal Gajardo con su equipo compuesto por Pablo Norambuena y José Antonio Villalobos.
Luego, vino su turno, instancia en la que argumentó ante el juez Juan Manuel Escobar las razones para solicitar la prisión preventiva para los controladores de Penta y Álvarez, cerrando su exposición con un categórico análisis: En la firma existe la cultura de la evasión. Y calificó el actuar de la misma como la de "una máquina para defraudar al fisco".
Los fiscales Arias y Norambuena, en tanto, no emitieron ni una palabra, y mientras el primero respondía constantes mensajes de texto desde su celular, el segundo subrayaba cada frase relevante del documento en que se basó la formalización.
