Durante su intervención en Enade 2014, la Mandataria reconoció que las reformas de su Gobierno generan incertidumbre, pero pidió desarrollar un diálogo sin descalificaciones para llevar a Chile al desarrollo.
SANTIAGO.- La Presidenta Michelle Bachelet hizo un llamado este jueves a la clase política y empresarial a cuidar el clima político del país y desarrollar un diálogo sin descalificaciones, con el objetivo de concretar las reformas que a su juicio llevarán a Chile hacia el desarrollo.
Durante su intervención en Enade 2014, la Mandataria si bien reconoció que "todo proceso de cambios genera incertidumbre", desde el Ejecutivo tienen la convicción "en un diálogo sin descalificaciones" para avanzar por el bien del país.
"Quiero hacer un llamado a cuidar el clima político, que incluye a la clase política en general y también a ustedes, que son actores no solo del crecimiento y la inversión, sino también del clima social. El Gobierno jugará un rol constructivo y colaborativo, no tengan dudas de aquello, espero de ustedes lo mismo", dijo la jefa de Estado.
Además, aseguró que este es el momento preciso para llevar a cabo los cambios propuestos por su administración y que por ello prefiere "asumir y conducir las inevitables divergencias que crean las reformas que hay que hacer, antes que aceptar resignada que se frustre esta oportunidad de desarrollo".
Durante su discurso, Bachelet rechazó que desde su gobierno se esté impulsando un clima antiempresarial y sostuvo que "los empresarios son centrales en esta tarea. No hemos estado ni estaremos en una política de hostigamiento hacia el sector empresarial".
En cuanto a las dudas que existen en el sector productivo por las reformas y la desaceleración que afecta al país, sostuvo que "sé que algunos pensarán que, debido a la desaceleración económica que nos afecta, este no es un buen momento y que debemos esperar a que mejoren las condiciones y creo que no es un diagnóstico correcto".
"En varios sentidos, la actual desaceleración, más allá de sus cruciales factores externos, es también el efecto de que en el último tiempo no hayamos proyectado a largo plazo nuestras capacidades de producción y de crecimiento", explicó.
En ese punto, subrayó que "la desaceleración que vivimos no es primariamente un problema de incertidumbre producto de las reformas que hemos promovido".
"De hecho, podemos ver que los inversionistas extranjeros no desconfían ni de nuestra economía ni de la seriedad de nuestra institucionalidad, es lo que hemos escuchado en nuestras giras y es lo que comprobamos en sus inversiones", indicó.
Además, añadió que "si bien reconocemos que toda reforma provoca algún grado de inquietud, y que debemos trabajar para mantener en alto las confianzas mutuas, debemos reconocer también con claridad que nuestro mayor desafío tiene que ver con tareas de largo plazo que han estado pendientes".
"Hoy están las condiciones de estabilidad económica y política; hoy están las condiciones ciudadanas y hay una demanda transversal de cambio. Si queremos ser un país desarrollado, debemos transitar hacia un Chile donde los derechos sean reconocidos y se ejerzan efectivamente, y donde los abusos no son tolerados", concluyó.
