El ministro de Educación agradeció el diálogo que pudo mantener con la diputada María José Hoffmann y afirmó que lo importante son los "contenidos" que se pudieron abordar durante la instancia.
SANTIAGO.- Distendido se mostró el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, el día después de la interpelación que debió enfrentar en el Congreso, a cargo de la diputada María José Hoffmann (UDI), quien lo emplazó a clarificar los contenidos de la reforma educacional.
En La Florida, el ministro sostuvo una reunión con sostenedores, apoderados y alumnos de dos colegios particulares subvencionados sin fines de lucro –Amacay y Raíces de Altazor–, donde respondió preguntas de la comunidad escolar sobre el proyecto de ley que termina con el lucro, copago y selección.
Tras el encuentro –que se extendió por más de una hora–, el ministro fue consultado acerca de si se sintió más o menos interpelado que ayer. "Igualmente interpelado en término de las muy buenas preguntas que en ambos casos hubo, pero creo que acá el tono fue un poquito más amigable", señaló.
Durante la interpelación de ayer, la diputada Hoffman acusó constantemente al secretario de Estado de no saber escuchar y no responder las preguntas que se le hacían.
De todas formas, Eyzaguirre afirmó que, más allá del tono, lo importante fueron los "contenidos" que se pudieron abordar durante la instancia en el Parlamento.
"Lo importante son los contenidos y ayer me sentí muy a gusto, le agradezco a la diputada Hoffmann por el diálogo que pudimos tener", afirmó el ministro, asegurando que "hice mi mejor esfuerzo por contestar".
Cierre de colegios
Eyzaguirre insistió en la defensa de la reforma educacional, señalando que "ésta es una reforma inclusiva, no excluyente" y llamó a que "depongamos los temores e informémonos bien".
En cuanto al eventual cierre de colegios a causa de la reforma –uno de los temas que se abordó en la interpelación– el ministro reafirmó que en los últimos 15 años se han cerrado cerca de 3 mil colegios debido a la competitividad del sistema actual, que la reforma pretende revertir.
"El sistema actual incentiva a meter y meter alumnos (a los colegios), porque de lo contrario pueden no cubrirse los gastos, y ha sido muy destructivo, las pruebas están ahí", aseguró.
También insistió en que la reforma no tiene por qué provocar el cierre de colegios. "No veo razón alguna por la cual un colegio quisiera cerrar, salvo que un colegio no estuviera dispuesto a ser inclusivo. Tiene todo el derecho a hacerlo, pero no tiene derecho a recibir plata pública para poder discriminar", afirmó.
