Isidro Solís llegó hasta el despacho del ministro Carroza, quien condenó a dos y tres años de cárcel a dos oficiales en retiro procesados por la muerte del general Alberto Bachelet.
SANTIAGO.- El abogado de la familia del general Alberto Bachelet, fallecido producto de las torturas recibidas tras su detención en 1973, Isidro Solís, valoró el dictamen del ministro Mario Carroza que condenó este viernes por estos hechos al oficial en retiro de la FACh Edgar Ceballos Jones y a Ramón Cáceres Jorquera por el delito reiterado de aplicación de tormentos en calidad de coautor en contra del general Bachelet.
"Lo más importante de esta resolución es que finalmente se establece la verdad en esta causa", dijo, agregando que luego de conocer la sentencia conversó con la madre de la Presidenta Michelle Bachelet, Ángela Jeria, quien le expresó "la tranquilidad que le proporciona este fallo".
"Esperamos que sea un primer paso para que se resuelva -en el mismo sentido- en todo el resto de las causas que fueron cometidas dentro del recinto de tortura denominado Academia de Guerra", agregó.
Respecto a las penas aplicadas por el magistrado que sustentó la causa -correspondiente a dos y tres años de cárcel sin beneficio- Solís afirmó que "en principio, el criterio del juez nos parece correcto. Él aplica la atenuante de irreprochable conducta anterior producto de que al momento de incurrir en estos delitos los hoy condenados no tenían anotaciones en su extracto de filiación, y le aplica además al señor Ceballos una atenuante especial relativa al estado del salud en el que actualmente se encuentra".
Y enfatizó: "Para la familia Bachelet más allá del castigo que se imponga, lo importante del proceso es que contribuye a establecer la verdad de lo que sucedió en Chile a partir del 11 de septiembre de 1973. Desde ese punto de vista, creemos que es un paso en todo lo que es la construcción de la justicia en Chile y ese hecho por pequeño o simbólico que parezca, para la familia es suficiente para la reconstrucción de la memoria histórica".
Por último, el abogado recalcó que no existe un ánimo persecutorio ni de venganza, puntualizando que el interés principal era establecer la verdad y que se castigara a los responsables.
