La Presidenta, durante la ceremonia de los 50 años de CIDE, afirmó que "los ajustes no han sido suficientes y hoy nadie duda que nuestro sistema educativo requiere con urgencia una reforma de gran magnitud".
SANTIAGO.- La Presidenta Michelle Bachelet se refirió a la desigualdad y a la segregación que vive actualmente el sistema educativo en Chile, afirmando que a pesar de todos los esfuerzos que hace el Gobierno, estos factores continúan a niveles alarmantes.
Las declaraciones las hizo esta tarde durante un discurso en la ceremonia de conmemoración de los 50 años del Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación (Cide) de la Universidad Alberto Hurtado.
Revisando la situación actual, la Mandataria indicó que "a pesar de todos esos esfuerzos, la desigualdad educacional y la segregación continúan en niveles alarmantes y la Educación Pública se ha visto especialmente reducida y fragilizada".
"Los ajustes no han sido suficientes y hoy nadie duda que nuestro sistema educativo requiere con urgencia una reforma de gran magnitud", agregó.
Refiriéndose a los cambios que está impulsando su Gobierno, expresó que "este proyecto, avanza en su trámite legislativo: ayer, en un día histórico, fue aprobado en la Cámara y enfrenta ahora su segundo trámite constitucional en el Senado".
Finalmente la Mandataria dijo que "hoy estamos avanzando en nuestro sueño, de que Chile tenga una educación pública, gratuita y de calidad. Sé que este es el sueño de todos quienes estamos en esta sala, y más que eso, es el sueño de un país que aspira a que la educación sea efectivamente un factor que rompa con la desigualdad y entregue a nuestros niños y niñas las oportunidades que se merecen".
Por su parte, destacó la labor de este centro y afirmó que "el CIDE ha sido un aporte incuestionable a los procesos educacionales que ha vivido nuestra patria. Ha dejado huellas profundas desde los años 60".
El Cide es un centro que desarrolla acciones de investigación en el ámbito de las prácticas pedagógicas y de las políticas educativas y realiza un trabajo de apoyo a escuelas. Fue creado en 1964 por el sacerdote Jesuita Patricio Cariola, a solicitud del Cardenal Silva Henríquez para aportar a la instalación de la reforma del presidente Frei Montalva, que buscaba incorporar a la educación a los sectores excluidos de la sociedad chilena.
