El número de muertos podría aumentar en las próximas horas, ya que el estado de salud de algunos de los heridos es crítico.
KABUL.- Al menos 17 personas murieron y otras 40 resultaron heridas este jueves en un atentado suicida contra una manifestación de cientos de personas que protestaban contra el Gobierno local en la provincia de Jost, en el sureste de Afganistán.
Un atacante suicida detonó los explosivos que portaba pasadas las 10:00 horas (02:30 en Chile), cuando los manifestantes estaban en las inmediaciones de la residencia del gobernador provincial, dijo el portavoz del dirigente, Mubariz Zadran.
El portavoz añadió que el número de muertos podría aumentar en las próximas horas, ya que algunos de los heridos están críticos.
Entre los damnificados, que han sido trasladados a varios hospitales de la zona, destaca el legislador y jefe del comité de defensa del Parlamento afgano, Homayoon Homayoon.
Centenares de ciudadanos de Jost habían salido a las calles por tercer día consecutivo para pedir la dimisión por corrupción de varios cargos provinciales, incluido el gobernador, cuando se produjo el ataque.
Los talibanes, detrás de la gran mayoría de ataques en Afganistán, negaron la autoría del atentado contra la protesta, según indicó el portavoz del grupo insurgente, Zabihullah Mujahid, en su cuenta de Twitter.
Con la llegada de la primavera se incrementan los ataques insurgentes en el país asiático, especialmente en zonas de montaña como Jost, poco accesibles durante la época de frío y nieve.
La provincia es fronteriza con Pakistán y limita con las áreas tribales de ese país vecino, donde se concentra un gran número de insurgentes y foco de las operaciones militares del Ejército paquistaní.
La OTAN puso punto final en 2014 a su misión de combate en Afganistán, la ISAF, que fue sustituida desde enero por la operación Apoyo Decidido, con alrededor de 4.000 soldados en tareas de asistencia y capacitación de los cuerpos de seguridad afganos.
Al mismo tiempo, Estados Unidos continuó su misión "antiterrorista" en el país islámico con 9.800 soldados.
El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció la semana pasada que mantendrá a todos esos militares sobre el terreno hasta final de año, en lugar de reducir la cifra a la mitad como preveía inicialmente.
