El tradicional alimento de origen italiano se une al arte ancestral del adiestramiento de halcones entre los aportes que Italia busca incluir en el listado que gestiona la organización internacional.
ROMA.- La pizza napolitana, conocida hoy en casi todo el mundo, podría añadir un ingrediente más a su celebridad gracias a una iniciativa adoptada por su país de origen, Italia.
La comisión de ese país ante la Unesco decidió proponer a esta sabrosa variedad culinaria para que ingrese a la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad que mantiene ese organismo internacional.
La distinción abarca al "Arte dei Pizzaioli Napoletani" (el arte de los fabricantes de pizza napolitanos).
La pizza, cuyos orígenes se remontarían a miles de años, cuenta incluso con precursores descubiertos en yacimientos arqueológicos como la romana Pompeya. Más cercanamente, investigadores rastrean su origen más directo en Nápoles, alrededor del siglo XVIII.
Este plato cruzó el Atlántico junto a los inmigrantes italianos que se establecieron en Estados Unidos, desde donde se expandió a todo el planeta.
Otro candidato propuesto por Italia a la misma distinción es la falconeria, arte ancestral de adiestramiento de halcones, como otro candidato italiano, aunque en este caso como patrimonio transnacional de la humanidad.
Tanto en el caso de la pizza napolitana, producto emblemático de la comida italiana, como en el de la falconeria, el trámite constituye una primera etapa antes de un largo proceso de examen.
Del 1 de abril de 2015 al 15 de noviembre de 2016, los expertos independientes de la organización con sede en París tendrán que evaluar dichas candidaturas.
