BUENOS AIRES.- La presidenta argentina, Cristina Fernández, designó el jueves a Aníbal Fernández como nuevo jefe de gabinete, en medio de un escándalo por la muerte del fiscal que había hecho una grave denuncia contra la mandataria y que golpeó la imagen del gobierno ocho meses antes de elecciones generales.

El vocero presidencial Alfredo Scoccimarro hizo el anuncio en medio de crecientes rumores sobre la salida de Jorge Capitanich, que deja el puesto político clave a días de un esperado discurso presidencial en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso.

La presidenta tomó juramento a Fernández, un experimentado funcionario con quien no tiene parentesco, durante la tarde del jueves.

Por su parte, Eduardo de Pedro reemplazará a Fernández como secretario general de la presidencia, agregó Scoccimarro.

La presidenta ordenó los cambios -cuyas razones no fueron explicadas- en medio de un escándalo por la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien acusó a la mandataria de encubrir a los acusados de cometer un atentado antisemita de 1994.

Fernández, de 58 años y que ejerció diversos cargos en gobiernos peronistas, ya se había desempeñado como Jefe de Gabinete de la mandataria entre 2009 y 2011, cuando dejó su lugar para asumir como senador nacional.

A fines del 2014, la presidenta lo designó secretario general de la presidencia al anunciar, también, cambios en la dirección de la Secretaría de Inteligencia.

Capitanich, quien antes de asumir en noviembre de 2013 como jefe de gabinete era gobernador de la provincia norteña de Chaco, reiteró el jueves en su habitual conferencia de prensa que le "encantaría" ser alcalde de la capital provincial, Resistencia.

La mandataria también reemplazó al ministro de Salud, Juan Manzur, por Daniel Gollan, quien se desempeñaba hasta al momento como secretario de salud comunitaria.