El ceremonial se lleva a cabo de manera privada en un inmueble situado en Belgrano, antes de los funerales que se realizarán este jueves. Fuera se produjeron protestas por la presencia de la Procuradora General de la Nación.
BUENOS AIRES.- Portando carteles en los que exigen el fin "de la corrupción y la impunidad" y de los "atropellos a la justicia", gran número de personas se congregaron durante la jornada de este miércoles frente al recinto en el que se realiza el velatorio del fallecido fiscal Alberto Nisman, mientras continúa la investigación del caso que conmueve al país vecino.
El ceremonial se lleva a cabo de manera privada en un inmueble situado en Belgrano. Solo tienen acceso familiares y amigos del funcionario, cuyo cadáver fue encontrado hace doce días con un disparo en la sien derecha.
Un momento de gran tensión se vivió cuando llegó al recinto la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, quien fue recibida con silbidos e insultos por quienes se encontraban fuera del edificio.
Algunos manifestantes arrancaron la faja de la corona fúnebre que transportaba la funcionaria, según consignó el diario "Clarín".
"Todos somos Nisman", rezaba uno de los carteles sostenidos por quienes se acercaron a expresar su solidaridad con el fallecido fiscal.
El funeral se realizará la mañana de este jueves. Previamente, en el recinto en el que es velado, perteneciente a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) se efectuó un lavado ritual, de acuerdo a la tradición judía. Se prevé que el cortejo fúnebre inicie a las 9:00 horas (local) su recorrido hasta el cementerio de La Tablada.
Por petición de la familia se efectuará una ceremonia religiosa que será dirigida por el rabino Marcelo Polakoff.
El traslado del cuerpo se llevó a cabo este miércoles en medio de un gran operativo policial hasta el edificio de AMIA, donde se congregaron decenas de personas pese a la lluvia que se registraba en la capital trasandina.
El fiscal Nisman apareció muerto luego de que anunció una denuncia que involucra a la Presidenta Cristina Fernández y al canciller Héctor Timerman en el supuesto encubrimiento de ciudadanos iraníes implicados en el cruento atentado contra la organización judía ocurrido en la capital trasandina en 1994.
En tanto, un tercer custodio del funcionario, Rubén Benítez, fue separado de su cargo por orden de la cúpula de la Policía Federal. El ahora ex suboficial era considerado como uno de los más cercanos al fallecido funcionario judicial que protegía.
