El hombre, que se quitó la vida, se había divorciado recientemente la madre de las menores, quien lo había denunciado a la justicia por malos tratos.
MADRID.- El asesinato de dos niñas de 7 y 9 años perpetrado presuntamente por su propio padre a golpes con una barra metálica conmociona a España.
La localidad de San Juan de Arenas, en Asturias, donde residía el presunto asesino, vivía hoy la primera de tres jornadas de luto decretadas. Autoridades y vecinos condenaron lo sucedido y el crimen ocupó espacio destacado en informativos de radio y televisión.
El supuesto parricida, de 55 años, se había divorciado de la madre de las niñas recientemente. Ella lo había denunciado por malos tratos y, según dijeron hoy las autoridades, llegó a pedir medidas de protección, pero no se las concedieron.
El jueves tenía que devolverlas a casa de su madre en una localidad cercana tras estar con ellas en virtud del régimen de visitas que le concedió un juez.
Al no producirse la entrega, la familia alertó a la Guardia Civil, que fue la que encontró los cadáveres de las pequeñas en casa de su padre junto a una barra metálica ensangrentada. Según dos diarios locales, los cadáveres presentaban signos claros de ensañamiento.
Tras matar presuntamente a las niñas, el padre se suicidó tirándose de un viaducto en una autopista.
