Los promotores de la iniciativa pretenden que se incluya este grupo al listado de víctimas que aún deben acudir a las negociaciones para participar en el punto referido al reconocimiento y reparación por los hechos ocurridos.
BOGOTÁ.- La representante en el Congreso de los colombianos que residen en el exterior, Ana Paola Agudelo, pidió que las víctimas del conflicto armado que tuvieron que exiliarse participen en el proceso de paz entre el Gobierno y las FARC que se desarrolla en La Habana.
Agudelo, que ocupa uno de los dos escaños representativos de este colectivo en la Cámara Baja, explicó que ya transmitió la solicitud a la ONU y a la Universidad Nacional, encargados de seleccionar las víctimas que viajan a Cuba, informaron medios locales.
"Según los datos que tenemos, hay un aproximado de 500.000 víctimas que están fuera del país y tan solo se han reconocido unas 660 personas. Ni siquiera hemos llegado al 1% del reconocimiento de las víctimas que están fuera del país", indicó la representante.
Además, Aguelo afirmó que "hay temor" por parte de quienes detentan el estatus de refugiados de perder la protección en sus países de acogida si notifican en los consulados su situación para ser tenidos en cuenta en el proceso.
Su objetivo es que se incluya representación de este colectivo dentro de las 48 víctimas que aún deben acudir a la mesa de negociación de La Habana para participar en el cuarto punto de la agenda, referido al reconocimiento y reparación de las víctimas.
La presencia de las víctimas en el proceso de paz a través de un total de cinco delegaciones fue acordada el pasado junio por el Gobierno y las FARC para hacer más inclusivo el proceso de paz, que comenzó en noviembre de 2012 en la capital cubana.
La discusión sobre el punto cuarto se abrió el pasado 16 de agosto y ya ha contado con la participación de la primera delegación de víctimas, que se entrevistó con los negociadores de ambas partes el pasado sábado.
En ese primer grupo, compuesto por 12 personas, se incluyó representación de víctimas de las FARC, de los paramilitares y del Estado, así como indígenas y víctimas de violencia sexual, desapariciones, asesinatos y masacres.
