El secretario general de la ONU resaltó que la solución al conflicto en el país es "política y no militar".
BAGDAD.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó hoy a la formación de un "gobierno de unidad nacional" en Irak para superar la actual crisis política y de seguridad en medio de la ofensiva insurgente suní.
En una rueda de prensa en Bagdad junto al primer ministro saliente, Nuri al Maliki, Ban subrayó que es necesario que los líderes iraquíes dejen de lado sus diferencias porque la solución al conflicto es "política y no militar".
El máximo responsable de la ONU llegó este jueves a Bagdad en una visita oficial no anunciada, como parte de su gira por varios países de Oriente Medio y coincidiendo con un nuevo intento del Parlamento iraquí para elegir jefe de Estado.
El Ejecutivo debe incluir a todas las fuerzas políticas iraquíes para frenar la amenaza terrorista en el país, según Ban, que pidió también a Bagdad y al Kurdistán iraquí superar sus diferencias a causa de las intenciones independentistas del segundo.
El líder de la ONU instó además a los dirigentes iraquíes a trabajar "mano a mano" para que el gobierno "represente a todos los iraquíes independientemente de su religión o etnia".
Sobre la sesión del Parlamento, animó a los diputados a elegir a un nuevo jefe de Estado y comprometerse con los plazos establecidos en la Constitución y con el proceso democrático.
La coalición de Al Maliki, Estado de Derecho, ganó pero sin mayoría clara las elecciones parlamentarias del pasado abril, y aunque el primer ministro pretende permanecer en el puesto hay cada vez más voces que piden su salida del poder.
El Parlamento iraquí, tras su fracaso de ayer, tratará hoy de nuevo de elegir a un jefe de Estado, que a su vez tendrá que designar a un primer ministro para que forme gobierno.
Las fuerzas políticas kurdas propusieron al diputado y dirigente de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK) como candidato a la Presidencia, un puesto que según el consenso político en Irak debe ocupar un kurdo.
En cuanto a la ofensiva insurgente, Ban expresó el "total apoyo" de la ONU al Gobierno y al pueblo iraquí para lograr la estabilidad y la seguridad.
Condenó "enérgicamente las acciones del Estado Islámico (EI) contra las minorías", que han tenido que huir de sus hogares, como el caso de los cristianos de la ciudad de Mosul, en manos de los yihadistas desde el pasado 10 de junio.
Por su parte, Al Maliki agradeció el interés de la ONU y de la comunidad internacional por lo que ocurre en el país y en la región.
El primer ministro insistió en que la batalla contra el terrorismo es "una lucha de todos los iraquíes".
El miércoles, el enviado especial de la ONU para Irak, Nickolay Mladenov, urgió al Consejo de Seguridad a exigir el fin de "las hostilidades y las atrocidades" y advirtió de que el EI es "una amenaza para la paz y la seguridad de Irak y de toda la región".
El EI declaró a finales de junio un "califato islámico" en los territorios bajo su control en Siria e Irak.
