La cruenta acción armada ocurrió en la zona de la ciudad de Bor. El joven país vive violentos enfrentamientos entre facciones rivales.
NUEVA YORK.- El ataque armado contra una base de la ONU situada en la zona de Bor, en Sudán del Sur, dejó este jueves por lo menos 20 muertos y 70 heridos entre los civiles que permanecen refugiados en el recinto.
Así lo confirmó la embajadora de Estados Unidos ante el organismo internacional, Samantha Power.
La representante diplomática condenó con firmeza lo que consideró como un "descarado e inhumano ataque contra civiles desarmados".
Naciones Unidas había informado previamente que la acción contra las instalaciones había dejado dos cascos azules y decenas de civiles heridos entre las 5.000 personas que se refugian en el lugar.
"Se trata de un insulto a la comunidad internacional y una violación de los principios fundamentales sobre la protección de civiles", afirmó Power.
EE.UU. "cooperará con sus socios para establecer responsabilidades" y llevar a los culpables ante la justicia, agregó.
De acuerdo a reportes desde la zona, una turba formada por jóvenes que aparentemente pertenecen a la etnia dinka ingresaron por sorpresa al recinto y acribillaron a los refugiados, mayoritariamente de etnia nuer.
Tras la balacera, militares ugandeses que forman parte del destacamento de la ONU fueron desplegados para proteger la base.
Sudán del Sur vive graves enfrentamientos armados entre dos facciones cuyas rivalidades se nutren de las diferencias étnicas en ese joven país, independizado del Norte árabe en 2011.
Uno de los grupos respalda al ex vicepresidente Riek Machar, un nuer, quien fue expulsado del poder por el jefe de Estado, Salva Kiir, de etnia dinka.
La nación africana es una de las más pobres del continente, pese a que posee gran riqueza petrolera que no es ajena a las motivaciones del conflicto interno. También sufre las consecuencias de la prolongada y sangrienta guerra civil contra el gobierno de Jartum que precedió a la autonomía.
