Vladimiro Mimica dice que si se hubiera escuchado a la ciudadanía la iniciativa no habría generado tanto rechazo.
PUNTA ARENAS.- La aprobación del proyecto carbonífero en Isla Riesco mantiene en alerta a grupos ambientalistas, organizaciones ciudadanas y regionalistas de Magallanes, que a esta hora se coordinan para iniciar una serie de protestas para detener esta inversión minera por US$ 500 millones de las sociedades empresariales Von Appen y Angelini.
Para el alcalde de Punta Arenas, Vladimiro Mimica, quien fue uno de los líderes de las manifestaciones en contra del alza del gas, este escenario de rechazo se pudo evitar si el Gobierno central no hubiera cometido el mismo error de otras veces: preguntar a la ciudadanía antes de aprobar.
"Eso es fundamental, es la nueva forma de gobernar, a la que nosotros nos oponemos tenazmente. Cuando yo he hablado a raíz del tema del gas, de la regionalización y descentralización del país, he hablado de los oídos sordos que hoy existe en el gobierno central para escuchar las demandas ciudadanas de las regiones", señaló a Emol.
El edil agregó que antes de aprobarse el proyecto carbonífero en Isla Riesco "debió haberse escuchado la opinión de quienes construyen la región en Magallanes, pero aquí solamente se habló con la comuna de Río Verde (donde se instalará la mina a tajo abierto) que es muy pequeña, es una comuna rural".
En la misma línea, la autoridad dijo que ayer, en la Comisión de Evaluación Ambiental de Magallanes, donde se aprobó por unanimidad el proyecto minero, faltó la opinión de los representantes de la comunidad, como alcaldes y diputados.
"Votaron la intendenta y los seremis, que son representantes del gobierno y que actúan como buzón en Magallanes. Una vez más se ha actuado con un centralismo avasallante sin escuchar las demandas de las regiones", señaló.
Si bien el edil dice que no se opone a proyectos que generen empleos en la región, le preocupa la falta de precisión del informe de impacto ambiental de la empresa a cargo del proyecto.
"Cualquiera que haya visitado Magallanes sabe que los vientos alcanzan más de 100 kilómetros por hora, por lo que hacer el estudio de impacto ambiental con un promedio de 30 kilómetros es totalmente alejado de la realidad", dijo el edil en alusión al impacto que podría generar en la vida silvestre la dispersión de las particulas de carbón.
Por ello Mimica espera que si el proyecto se llega a concretar, se realice un compromiso entre la minera y la ciudadanía en el cual se garantice un comportamiento social responsable para que no se vea afectada la vida silvestre ni el turismo en la región.
