El chileno entró a los 41' y salió del partido a los 67' en la caída 0-1 de su escuadra que le impidió llegar a la final de la Copa Sudamericana.
BUENOS AIRES.- El chileno José Pedro Fuenzalida y Boca Juniors no pudieron esta noche de jueves en el superclásico del fútbol argentino. Cayeron 1-0 ante River Plate en la semifinal de la Copa Sudamericana 2014 y quedaron fuera de la definición.
El nacional ingresó a los 41' y fue reemplazado a los 67' por el entrenador xeneize Rodolfo Arruabarrena. "Chapita" entró por el lesionado Fernando Gago, pero el DT indicó su salida tras 26 minutos en el campo por el delantero Andrés Chávez.
El ex Colo Colo hizo poco en el tiempo que estuvo en la cancha y el "Vasco" buscó otra opción ofensiva para lograr el empate que finalmente no llegó en el estadio Monumental de Núñez.
River abrió el partido con un gol de Leonardo Pisculichi, a los 16', con un remate de primera que dejó sin opción al portero Agustín Orión, logrando la única cifra de esta eliminatoria tras el 0-0 de la semana pasada en La Bombonera.
La historia pudo ser totalmente distinta si Boca aprovechaba el lanzamiento penal que tuvo en el arranque del partido. Al primer minuto de juego, Emmanuel Gigliotti falló el disparo ante una gran contención de Marcelo Barovero.
Desde entonces, River encontró la calma y logró el gol gracias a Pisculichi y luego pudo manejar el cotejo ante la ansiedad de los xeneizes que nunca encontraron claridad para conseguir el empate que les daba el paso a la final por el gol de visita.
Al final, los "millonarios" llegaron a su segunda final de la Sudamericana (la anterior fue en 2003 cuando eran dirigidos por Manuel Pellegrini y cayeron ante Cienciano de Perú) con el agregado de vengarse de su eterno rival, el que lo había eliminado tres veces en llaves directas en certámenes internacionales.
Lo siguiente para el cuadro de Marcelo Gallardo será la búsqueda de su primera corona en este certamen ante Atlético Nacional de Colombia, que eliminó a Sao Paulo de Brasil, tratando de coronar un 2014 glorioso que antes lo vio gritar campeón del fútbol argentino de Primera División por primera vez tras el descenso de 2011.
