Ése es el concepto que según Mario Mutis podría definir a los conciertos que ofrecerán en Nescafé de las Artes, donde no sonarán himnos como "Mira niñita" o "Todos juntos". "¡Y no tocamos ninguno de ésos, pues! Pero sí temas muy entretenidos, menos conocidos, que la gente disfruta igualmente", dice el histórico bajista.
SANTIAGO.- Fue hace sólo un par de temporadas que Los Jaivas celebraron 50 años de historia, una cifra a la que poquísimos proyectos musicales llegan y que en el papel aparenta haber dado el tiempo para que una banda haya hecho todo lo que le dio la gana.
Pero a veces no es tan así. "Uno dice que en 50 años hay tiempo para todo, y de repente te das cuenta de que nunca habías hecho algo", dice Mario Mutis, bajista de la histórica agrupación chilena.
Y en el caso de ellos, este 2015 les está permitiendo hacer algo que en sus 52 años de recorrido nunca habían concretado: Un concierto acústico, modalidad que estrenaron hace unos meses en Frutillar, y con la que entre hoy y el domingo estarán en el Teatro Nescafé de las Artes, en Santiago.
Pero no se trata de seguir la vieja lógica de los MTV Unplugged y simplemente desenchufar los instrumentos para tocar los grandes éxitos. Por eso Mutis, a la hora de buscar un nuevo concepto que defina su apuesta, opta por uno tan críptico como arriesgado: "Acústico cuasi desconocido", dice.
Ello porque el repertorio estará integrado por temas originalmente acústicos de Los Jaivas, y no por eléctricos adaptados. "Son canciones que nacieron acústicas, y que normalmente no tocamos en los conciertos, porque nos presentamos para diez mil o veinte mil personas, y esos temas son difíciles de tocar ante públicos grandes. Lo que no quiere decir que sean aburridos o malos", cuenta Mutis.
"En general son temas que la gente conoce poco, y que hasta ahora han podido escuchar sólo en los discos", agrega el bajista.
Tras el show en la región de Los Lagos, la agrupación levantó el pulgar a la apuesta, aunque Mutis reconoce que "el peligro es que la gente diga pucha, no tocaron el 'Mira niñita', el 'Todos juntos', el 'Sube a nacer'. ¡Y no tocamos ninguno de esos temas, pues! Pero sí otros muy entretenidos, menos conocidos, y que la gente disfruta igualmente".
Entre ellos figuran algunos de las profundidades de su su catálogo, como "Frescura antigua", además de otros que viajan a la intimidad del grupo. "Porque siempre ha habido temas acústicos. Cuando vivíamos juntos en París o Argentina, estábamos siempre tocando con los instrumentos acústicos: La guitarra, el charango, la quena, la zampoña... Esa base era la que se daba en las tertulias familiares. No había instrumentos eléctricos, porque para eso había que ir a la sala de música. En cambio esto otro se podía tocar en el patio, en la cocina o en un asado. Así nacieron muchos de estos temas", recuerda el bajista.
Un cuarteto de cuerdas, una soprano e invitados como Nano Stern complementan las canciones en este formato, que se completa con un entorno que apela a la intimidad y la calidez, pero también a los orígenes, cuenta Mutis.
"Hay cuadros, sillones, rememorando un poco el ambiente que teníamos en Viana con Ecuador, donde estaba la casa de los Parra en Viña. Ahí empezamos como grupo, era un gran salón de una casa antigua, de fines de 1800, había un piano de cola. Ahí salieron nuestros primeros proyectos".
Por ello, agrega el bajista, es que aunque no estén los mayores himnos ni los célebres punteos eléctricos del grupo, "lo bueno es que en el concierto te das cuenta de que son los mismos Jaivas de siempre. Que tocan otros temas, solamente, pero son los mismos de siempre".
