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Tres títulos chilenos llegan a timbrar el auge de la novela policial en el país

Hernán Rivera Letelier, Mario Valdivia y Sergio Gómez engrosaron el catálogo nacional del género, que según este último autor tiene la gracia de ofrecer "una metáfora a través de un crimen. En la realidad concreta, nos eliminamos de otras formas".

por:  Por Sebastián Cerda, Emol
domingo, 26 de abril de 2015

SANTIAGO.- Fue en el año 2009 cuando se realizó en Chile el Primer Festival Internacional de Novela Negra, un encuentro cuyo solo impulso dio cuenta de un creciente interés por ese tipo de relatos en nuestro medio. Por entonces, también comenzaba en nuestras librerías el boom por las entregas de la saga "Millenium" de Stieg Larsson, tres volúmenes que fueron furor mucho antes que cualquier sombra de Grey.

Desde ahí ya han pasado seis años, y muchos podrían cuestionarse por el estado de salud que en la actualidad goza el género policial y sus derivados en nuestro medio literario. Y sobre ello, es el propio mundo editorial el que parece dar la respuesta: Con sólo días de diferencia, tres plumas locales publicaron recientemente nuevos títulos inscritos en esa esfera.

Se trata del popular Hernán Rivera Letelier, el incombustible Sergio Gómez, y el debutante Mario Valdivia, quienes comienzan a escalar en los rankings con "La muerte es una vieja historia" (Alfaguara), "La felicidad de los niños" (Suma de Letras) y "Un crimen de barrio alto" (Planeta), respectivamente.

Dentro de ellos, el primero es el que más sorprende: Reconocido por el universo creado en torno a la Pampa chilena, Rivera Letelier debuta con este título en las historias de crímenes, intriga y sangre, de la mano de una serie de violaciones que están ocurriendo en el cementerio de Antofagasta, y que serán investigadas por el Tira Gutiérrez —un ex minero devenido en detective— y su asistente evangélica.

"El libro está basado en un caso real, de una niña que fue violada en el cementerio. Leí el testimonio judicial de la víctima, hace unos cinco años, y me quedó dando vueltas la idea de escribir una novela a partir de éste. Pero me dije que iba a hacer una novela policial a la pinta mía, sin seguir unas técnicas predeterminadas", dijo recientemente el autor a El Mercurio.

Lo policial en la realidad

Sergio Gómez, en tanto, decidió poner en el rol de investigador no a un detective, sino a un periodista, Plinio Jáuregui, quien va tras las pistas que permitan esclarecer el crimen de un menor en la ciudad de Vertiente Baquedano.

La localidad, por cierto, es ficticia, pero ello no le impide reflejar con fidelidad a las regiones de Chile. Gómez lo buscó de ese modo: "Yo me siento un escritor de provincia, y he inventado estos lugares que de alguna manera resumen a las provincias en que viví hasta los 27 ó 28 años, sobre todo en la IX región", dice a Emol.

No es lo único que lo distingue: Su apuesta por el periodista-investigador también deja una marca, sobre todo en tiempos en que los reporteros sabuesos parecen estar ausentes del periodismo policial actual. "Es difícil encontrarlos hoy, pero yo creo que los hay. Quise que fuera así porque estos personajes son medio anacrónicos: Existieron en un período dorado del periodismo chileno, y existió un período dorado del periodismo de provincia. En Temuco alguna vez hubo más de 30 diarios", recuerda.

Sobre el buen momento que vive la novela policial en Chile, el autor de "Vidas ejemplares" cree que la respuesta está en las mismas bases del género, "que busca responder dos preguntas. Una es qué es la verdad, que es una pregunta que nos hacemos en cada momento, cada vez más urgente. Queremos saber la verdad. La segunda pregunta es cómo nos matamos, que en la policial es una metáfora a través de un crimen. En la realidad concreta, nos eliminamos de otras formas".

Esa conexión con la realidad la ve aún más palpable el chillanejo Mario Valdivia, autor de "Un crimen de barrio alto", quien observa la sombra de la novela policial en los diversos hechos que imperan en nuestra contingencia. "Es lo que puede pasar cuando se empiezan a destruir de tal manera las identidades, los prestigios, cuando la gente queda tan mal con los hijos", pronosticó a Emol.

El auge del género, en tanto, lo asocia a que "la novela policial permite hacer investigación de la sociedad en sus puntos débiles, pero sin necesidad de tener un modelo completo, una ideología. Es una vía para hacer investigación sociológica, antropológica, etnográfica y esas palabras raras", teoriza.

Aunque tiene un largo recorrido como escritor en internet, "Un crimen de barrio alto" viene a marcar el debut de Valdivia en el mundo editorial, por lo que el autor no esconde su orgullo de ver su título publicado a la par con los de escritores de recorrido, como Rivera y Gómez. "Me conviene ser parte de esta fiesta. Estoy en una compañía muy selecta. Partir en una compañía como ésa es una suerte muy grande", afirma.

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