El astro español habló con Emol sobre su presentación del próximo viernes en Movistar Arena, adonde llegará con un disco inédito en la mira y tras su participación en un tributo a Los Ángeles Negros. "He sido siempre fan de ellos", dice.
SANTIAGO.- "Para mí volver a Chile siempre es motivo de alegría. Me siento muy querido en esa tierra maravillosa, desde hace muchísimos años. Para mí es como volver a casa. En Chile me siento como en casa".
La oración podría ser la que dice cualquier ídolo de la canción romántica latina ad portas de volver a nuestro país. Un grupo dado a la predictibilidad, tanto como para que varios de sus dichos suenen ya a lugar común.
Pero con Raphael, el dueño de la cita en el primer párrafo de este artículo, la credibilidad crece. ¿Razones? "He ido tantas veces, conozco sus públicos, no sólo de Santiago, sino de todo el país. He tenido tantas bonitas experiencias, que siempre estoy deseando volver", afirma.
Y tiene razón. Sólo en su visita de febrero de 2014, el astro español pasó por Antofagasta, Coquimbo, Santiago, Concepción, Frutillar, Temuco, Santa Cruz, Los Andes y Viña del Mar, prueba fehaciente de que conoce de sobra este país, al que regresará el viernes 24 para presentarse junto a Natalino en Movistar Arena, en el marco de la Gala Pudahuel.
A la presentación llegará con sus éxitos regrabados en el disco De amor y desamor bajo el brazo, pero además con otro hito reciente que lo vuelve a vincular con Chile: Su aparición en el tributo a Los Ángeles Negros No morirá jamás, cantando el tema "Cómo quisiera decirte".
"Estoy encantado de haberla hecho, porque he sido siempre fan de ellos. Y qué bueno que se ha podido dar, son las alegrías que te da tu carrera", celebra.
En esa ocasión trabajó bajo la producción de los hermanos chilenos Francisco y Mauricio Durán (ex Los Bunkers), dos nombres con los que podría volver a encontrarse próximamente, como compositores de un tema en un venidero disco de canciones inéditas. "Si te lo han comentado, es porque algo hay", dice con un halo de misterio.
Sobre su show del 24 de abril, en que compartirá escenario con otra banda y con un grupo de voces de la radio anfitriona como animadores, asegura que el formato le agrada: "Que alguna vez esté acompañado, pues siempre ando solo (risas). Entonces, por ejemplo, cuando voy a Viña, es una muy buena experiencia".
-¿Adelanta algo de su próximo disco en este show?
-Algo se va a colar, porque como yo no puedo aguantarme las ganas de enseñar al público cosas, algo se me va a escapar también. El disco está camino de convertirse en una realidad, un discazo sensacional, de autores de hoy, jóvenes todos, que me están haciendo unos temas impresionantes.
-Viene con De amor y desamor, disco en el que regrabó clásicos como "En carne viva". ¿Cómo siente que el público ha recibido esa apuesta?
-Maravillosamente bien, porque por mi parte es una cosa muy atrevida volver (a grabar). Ten en cuenta que yo no he remasterizado canciones, sino que las he vuelto a hacer, que es algo muy complicado y peligroso. Ahora, cuando se puede, se puede, y yo afortunadamente puedo. Para mí es una satisfacción enorme plantarme frente a una sinfónica y grabar todo lo que quiera. Es un gran lujo.
-Y un lujo que, ha dicho, se seguirá dando...
-Yo, hasta que Dios me deje, voy a regrabar toda mi historia. Viene un inédito, voy a grabar cosas inéditas, pero básicamente la ilusión que yo tengo es regrabar toda mi historia.
