Son 40 cajas que contienen objetos personales del Nobel de Literatura, como manuscritos, cartas, fotos y álbumes de recortes.
MIAMI.- La Universidad de Texas anunció hoy la adquisición del archivo de Gabriel García Márquez, el cual se unirá a las colecciones que tiene la institución sobre la obra y vida de otros grandes de la literatura como Jorge Luis Borges, William Faulkner y James Joyce.
Las 40 cajas con material abarcan más de medio siglo y en ellas hay manuscritos originales de diez libros; más de 2.000 correspondencias, incluyendo cartas de Carlos Fuentes y Graham Greene; borradores de su discurso al aceptar el Premio Nobel en 1982; más de 40 álbumes de fotografías, máquinas de escribir y computadores y álbumes de recortes de periódicos de Latinoamérica y el mundo que hablan de su carrera.
"El Harry Ransom Center (de la Universidad de texas) es bien conocido por su archivo literario y creo que por su reputación, la familia (de García Márquez) y sus agentes se pusieron en contacto con nosotros a final de 2013", explicó Steve Enniss, director del centro.
Entonces, García Márquez aún estaba vivo. El autor murió el 17 de abril de este año y las negociaciones para la compra del material concluyeron después. Enniss no reveló los detalles financieros de la operación.
En el archivo destacan borradores de la novela inédita del autor, "En agosto nos vemos", investigaciones para "El general en su laberinto" (1989) y una copia mecanografiada y copiosamente marcada de la novela "Crónica de una muerte anunciada" (1981).
Uno de los hijos del escritor, Gonzalo García Barcha, dijo hoy a la estación colombiana Blu Radio que la familia quería que el archivo de su padre quedara en un lugar que tuviese "colecciones similares" para estar "bien acompañado". Faulkner, Borges y Joyce fueron precisamente una gran influencia para García Márquez.
"El gobierno colombiano nunca se hizo presente ni hizo ninguna oferta (...) La familia, ante la ausencia del gobierno colombiano, tomó la decisión de enviar los archivos a la Universidad de Texas", añadió García Barcha.
La ministra de Cultura de Colombia, Mariana Garcés, lamentó la fuga del material a Estados Unidos. "Para la Biblioteca Nacional hubiese sido un honor tener los archivos, pero la de Texas es una universidad con grandes colecciones literarias. Para Colombia es una gran lástima no tenerlo", dijo.
Entre los propósitos del Harry Ransom Center está la digitalización de partes de la colección para hacerlos accesibles al público. "Estamos planeando un simposio para el otoño (de 2015) y queremos abrir el archivo para esa fecha", dijo Enniss.
"No sabemos precisamente lo que costará catalogar todo el archivo, no podemos predecirlo, pero por supuesto que es una prioridad abrir la colección tan pronto como sea posible", agregó.
Enniss visitó en julio la casa de García Márquez en México, donde pudo ver poco después de su muerte el lugar de trabajo del colombiano, su biblioteca y revisar el material que dejó. "El ambiente en sí mismo era tremendo, sobre todo poco después de su muerte. Nos dimos cuenta de lo importante que serían esos recursos para el estudio futuro de su vida y obra".
El director destacó que los documentos más relevantes desde el punto de vista de la investigación serán quizás los textos mecanografiados de sus novelas, muchos de ellos corregidos a mano para hacer cambios antes de la publicación. No es el caso del manuscrito de "Cien Años de Soledad", ya que "no está muy editado".
Enniss aseguró no poder establecer un ránking de importancia entre la colección de "Gabo" y las que disponen de Borges, Joyce, Faulkner, Samuel Beckett o Ernest Hemingway, entre otros.
"El centro es conocido sobre todo por su colección de autores de la primera mitad del siglo XX. Joyce está entre ellos. El impacto de Joyce en la novela en la primera mitad del siglo XX lo tiene García Márquez en la segunda mitad del siglo", afirmó.