El director y el protagonista de "Jauja" estuvieron presentes en la proyección de la cinta, en el marco del Festival de Cine de Mar del Plata.
MAR DEL PLATA.- Después de su estreno mundial en el Festival de Cine de Cannes, donde se alzó con el premio de la crítica, Lisandro Alonso acompañó hoy la primera proyección en Argentina de "Jauja" en el marco del Festival de Cine de Mar del Plata, definida por su protagonista, el estadounidense Viggo Mortensen, como "un western existencial argentino-danés".
Con un estreno a sala llena en el Teatro Auditorium, el film de Alonso tuvo en su país de origen una recepción cálida, más amable que en el pasado Festival de San Sebastián, donde además de aplausos cosechó algunos abucheos.
"Jauja" es el viaje onírico de un estudioso danés, Gunnar Dinesen (Mortensen), acompañado de su hija de 15 años, Ingeborg (la danesa Viilbjrk Malling Agger) por la Patagonia de fines del siglo XIX, una tierra habitada por los "cabeza de coco" y acechada por el general Zuluaga, de quien se rumorea que desertó y cabalga por el desierto vestido de mujer.
Cuando su hija desaparece una noche junto a un joven soldado, Dinesen emprenderá una búsqueda en solitario por un paisaje en el que la realidad y la ficción parecen convivir en un mismo plano.
"Se trata de una película bastante singular, no sólo por la manera en que está rodada", dijo Mortensen en referencia a los largos planos fijos (encuadrados en este film con maestría por Timo Salminem, director de fotografía del finlandés Aki Kaurismaki, entre otros) habituales en el cine ccontemplativo de Alonso, y el uso de un formato cuadrado, que remite a las diapositivas.
"Es una película tan danesa como argentina. En su ironía y en muchas otras cosas, tiene ecos de la cultura danesa, de las sagas vikingas. Lo de la gente que busca algo y se pierde está en Hans Christian Andersen, en cineastas como Carl Dreyer y Lars Von Trier. Lisandro podría ser tranquilamente un director danés", apuntó Mortensen, quien además de ser uno de los productores del film, compuso su música, grabada junto al guitarrista Buckethead, famoso por tocar siempre con una máscara y un cubo en la cabeza.
Alonso, por su parte, dijo estar feliz de presentar su quinto largometraje -coproducción entre Argentina, Dinamarca y otros seis países- en Mar del Plata, festival para el que trabajó en los años 1997 y 1998 y gracias al cual pudo ver ese "otro cine" que configuraría su particular mirada.
A diferencia de otras películas del director, como "La libertad" y "Los muertos", en "Jauja" Alonso trabajó por primera vez con actores profesionales después de hacerlo con no actores durante toda su carrera e incluyó más diálogos que en trabajos anteriores.
"Viggo me hizo muchas preguntas acerca de la película y eso me permitió crecer como director", comentó el director, aunque confesó entre risas que luego de varios días en los que, en pleno rodaje, Mortensen lo asaltara a primera hora de la mañana para contarle "un sueño que había tenido" y que quería incorporar a la película, le dijo que parara porque le estaba "quemando la cabeza".
"Es muy distinto trabajar con actores", explicó Alonso. "Los actores te proponen cosas todo el tiempo, mientras yo estaba acostumbrado a trabajar con gente que apenas entendía lo que estaba sucediendo".
En la película -filmada en las provincias de Buenos Aires, La Pampa y Santa Cruz así como en Dinamarca- el paisaje es un protagonista más, algo habitual en el cine de Alonso. "A mí me gusta irme de la ciudad y estar al borde de la naturaleza. Me gusta mucho filmar esos lugares. Luego busco una historia y unos personajes", comentó el director, quien confiesa que no ve mucho cine.
"Lisandro tuvo una gran vocación de inclusión, todos podíamos estar opinando, íbamos reescribiendo durante la filmación", dijo por su parte el escritor argentino Fabián Casas, coautor del guión junto a Alonso y quien acercó al proyecto a su amigo Mortensen, a quien lo unen dos pasiones compartidas: la poesía y el club de fútbol San Lorenzo.
