El puertorriqueño, que mañana celebrará en vivo el aniversario de una empresa nacional, afirmó sin embargo que "no estoy para venderle el alma al diablo y por eso no haré cosas que no sienta".
SANTIAGO.- "Vayan cómodos mañana, porque vamos a bailar mucho", aconseja Ricky Martin a poco más de 24 horas de su primer concierto en el Estadio Nacional, donde se presentará con un lleno casi garantizado, en el marco de la celebración de los 125 años de la empresa de retail Falabella.
Un factor que marca la diferencia respecto de sus visitas anteriores, y que ha dado que hablar en las últimas semanas, luego de que el puertorriqueño figurara hasta en spots cantando un tema para una marca comercial. Sin embargo, él hace un saldo distinto al respecto, y asegura que "no tengo miedo de crear estas alianzas".
Por el contrario, el intérprete de "Vuelve" podría incluso profundizar esa clase de vínculos, al asegurar que "espero que sea sólo el comienzo de otras cosas que podamos hacer", ya que "en el mundo de la música tenemos que buscar nuevas maneras de llegar al público".
De todos modos, el artista fue enfático en afirmar que "no estoy para venderle el alma al diablo y por eso no haré cosas que no sienta", aunque aseguró que en el caso puntual de la campaña en que hoy participa "todos ganamos".
El astro puertorriqueño arribó ayer Chile tras hacer una pausa en la extensa gira que está realizando en México —país en el que tiene agendadas presentaciones hasta el 20 de diciembre próximo—, y esta mañana ofreció una concurrida conferencia de prensa en una de las sucursales de la tienda patrocinadora del evento de este viernes.
Sobre éste, afirmó que "estoy listo para hacer una fiesta maravillosa y una gran celebración", con la meta de que mañana "todo el mundo sienta el carnaval", que va a comenzar puntualmente a las 21:30 horas, ya que será transmitido en directo por Canal 13. Un detalle que el artista agradeció, debido a que permitirá que "todo Chile sea parte de esta fiesta".
Ad portas de su primera vez en el coliseo de Ñuñoa, la voz de "María" reconoció que hay en él una cuota de "ansiedad", porque "es el Estadio Nacional y representa mucho". Por ello, aseguró, "hemos montado un espectáculo que estoy seguro que todos van a disfrutar".
Ricky Martin comentó además que, consciente de la masividad de su concierto (que se extenderá por dos horas), manifestó a la producción su deseo de que "todos se sintieran como en primera fila" en este show, razón por la que se dispusieron para él y sus bailarines dos escenarios que estarán comunicados a través de una pasarela de 50 metros de largo, y que cruza varios sectores del Nacional.
El arribo de Martin a nuestro país coincidió con el reciente estreno del videoclip para el single "Adiós", un adelanto de su próximo trabajo musical que "está casi terminado", y que lo tendrá en gira promocional durante 2015.
Tras ese nuevo tour, indicó que espera establecerse por un tiempo en un solo lugar, para darle curso a un tema pendiente en su vida: "Me gustaría hacer cine". Al respecto, el intérprete de "Livin' la vida loca" comentó que ya tiene "ofertas muy interesantes" para llegar a la pantalla grande, y que le encantaría trabajar bajo las órdenes de Quentin Tarantino. "Me gusta mucho su trabajo y creo que me podría llevar a algo impredecible", señaló sonriente.
