BEIJING.- La multinacional tecnológica Microsoft, que Beijing investiga por supuesto monopolio, ha retrasado la venta de la consola Xbox One en China hasta fin de año, cuando estaba previsto que empezara a ser comercializada la próxima semana, según publica hoy el diario hongkonés South China Morning Post (SCMP).

"A pesar del sólido y estable progreso, vamos a necesitar algo más de tiempo para poner nuestro mejor servicio de juegos a nuestros fans chinos", aseguró hoy en un comunicado la compañía al citado periódico.

Sin dar razones específicas, la empresa pospone así su salida al mercado chino, el segundo mayor tras el de EE.UU., que se preveía para el martes, tras haberse aliado con la firma china BestTV con el fin de formar una empresa mixta (E-Home) y poder fabricar consolas en la Zona Piloto de Libre Comercio (ZPLC) de Shanghái.

Xbox One iba a ser la primera consola extranjera autorizada a venderse en China sólo a través de proveedores aprobados por el régimen chino, desde que se prohibió la comercialización de este tipo de aparatos foráneos en el año 2000.

No obstante, la apertura de la ZPLC el pasado año brindó la posibilidad de penetrar en el mercado chino, y la empresa mixta de Microsoft fue la primera del mundo en inscribirse el 30 de septiembre de 2013.

Pese al anunciado retraso, Microsoft aseguró, publica el SCMP, que seguirá adelante con su plan de mostrar mañana, lunes, la Xbox One a sus seguidores chinos, en un evento en la Oriental Pearl Tower de Shanghái.

El gigante estadounidense es una de las 30 compañías extranjeras investigadas actualmente en China por presuntas actividades monopolísticas.

En su caso, el uso de códigos de verificación, utilizados normalmente por las compañías de software como un mecanismo para combatir la piratería, ha despertado las críticas de las compañías chinas, y las autoridades comunistas aseguraron que "pueden haber violado la ley antimonopolio china".

Microsoft, que ha denunciado en ocasiones sufrir piratería de su software en China, se alió con BestTv (dependiente del conglomerado estatal Grupo Mediático de Shanghái) para entrar en China, aunque la empresa está controlada en un 51% por la parte del país asiático.

En junio de 2000 siete ministerios chinos, encabezados por el de Cultura, prohibieron conjuntamente la fabricación y venta de consolas de videojuegos en el país, debido a su preocupación por la posible influencia que pudieran tener sobre los jóvenes chinos.

Aun así, miles de aficionados chinos a estos productos los consiguen en el mercado negro de consolas y videojuegos piratas, extendido por todo el país.