Los investigadores de la Universidad de Stanford se encuentran estudiando un pequeño esqueleto de 15 centímetros, con un cráneo alargado y de 6 a 8 años de edad al momento de su muerte.
ANTOFAGASTA.- Un antiguo esqueleto encontrado en el medio del desierto de Atacama ha vuelto a llamar la atención de científicos. Si bien este descubrimiento no es precisamente nuevo, fue realizado hace cerca de una década, ahora un grupo de científicos de Stanford han decidido indagar más al respecto.
Se trata de un pequeño esqueleto de 15 centímetros, con un cráneo alargado (con forma de cono) y que habría pertenecido a un humano de 6 a 8 años de edad al momento de su muerte. Durante años se ha señalado que pertenecería a algún tipo de extraterrestre, sin embargo nuevos estudios han postulado que podría ser en cambio el resultado de un gran misterio médico.
"Aunque aún no se sabe qué tipo de mutaciones causaron la deformidad, y hay una discrepancia real en la forma en que se ha contado aparentemente la edad de estos restos... cada nucleótido que se ha podido ver es humano", señaló el investigador Garry Nolan, profesor de microbiología e inmunología en la Escuela de Medicina de Stanford, al portal LiveScience. "Yo sólo he visto la superficie del análisis, pero no hay nada que resalte hasta el punto de gritar 'no es humano'".
Este pequeño espécimen ha sido fotografiado con alta resolución, ha tenido análisis de rayos X y tomografías, además de diversas secuencias de ADN. A través de estos análisis los investigadores quieren resolver si este esqueleto habría sufrido de un raro desorden que provocara, por ejemplo, que tuviera 10 costillas en vez de 12. También se analiza la posibilidad de que tuviera menos edad de la que se cree, que fuera un feto o incluso, un primate pre-humano que haya vivido en la zona.
En cuanto a la secuencia de ADN, los científicos señalan que si bien un 9% de los genes de este espécimen no coinciden con el genoma humano, esto se puede deber a diferentes errores en el laboratorio o a la degradación de las muestras. De todas formas, los análisis señalan que este esqueleto si provendría del Desierto de Atacama.
