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Política

Subsecretaria Carolina Echeverría rompe su silencio y habla de su padre militar acusado

Tengo dos cosas claras: "amo a mi padre y creo en la justicia", señala. Y agrega: "No es bueno que ningún hijo en Chile cargue con responsabilidades ni privilegios que correspondan a sus padres".  

miércoles, 05 de marzo de 2014 / Lilian Olivares, La Segunda.

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Foto: Fabián Ortiz/ La Segunda

Llegó al café de la cita vestida de polera calipso, haciéndoles tono a sus ojos, y se sentó dispuesta a responder sin preámbulos.

"Es mi primera entrevista", explicó algo inquieta la subsecretaria de Fuerzas Armadas designada por la Presidenta electa, quien es cuestionada por organizaciones de Derechos Humanos que acusan a su padre militar de haber sido torturador después del 11 de septiembre de 1973.

Pero no sólo eso. A la subsecretaria Carolina Echeverría (PPD) le hacen otras imputaciones referidas a acciones suyas como subsecretaria de Marina también durante el gobierno de Bachelet, que apuntan a conflictos de interés.

-Carolina, ¿cuál es su relación con Víctor Echeverría Henríquez: distante, normal, muy cercana?

-Es mi padre. Prefiero no referirme a mis temas familiares privados.

-Se lo pregunto porque su padre era capitán a cargo del Regimiento Buin, que fue utilizado como centro de detención y tortura después del 11 de septiembre de 1973. Fue citado a declarar por el juez Mario Carroza, aunque no ha sido procesado....

-Yo quisiera primero decir claramente que yo condeno el golpe militar del 73 sin reservas, con todas las consecuencias de dolor, de terror y de muerte que lamentablemente nos acompañan hasta hoy. No comparto ninguno de los argumentos que pretenden justificar los hechos acaecidos en Chile. Respecto de mi padre, también quiero dejar en claro, y estoy en condiciones de afirmar que él ha colaborado con la justicia cada vez que ha sido requerido. Que así ha sido y seguirá siendo, independientemente de mis circunstancias. Los chilenos nos hemos dado el espacio de la justicia para denunciar, investigar y condenar delitos de violaciones de derechos humanos. Mi padre no ha sido sujeto de ningún tipo de condena judicial.

-Pero la escritora Mónica Echeverría dijo textualmente: "El capitán Echeverría, fuera de detenerme y de llevarme al Regimiento Buin, detuvo a mucha gente e hizo toda clase de cosas horribles dentro de su regimiento. Ahora yo creo francamente que esta niña no sabe las atrocidades que cometió su padre, su padre fue un torturador que dirigía las torturas, fue un violador y un asesino". También lo apunta con el dedo el abogado Roberto Celedón, quien fue detenido junto a su esposa y trasladado al Regimiento Buin ¿Qué les responde?

-Yo le insisto, creo que el espacio para denunciar a las personas en Chile es la justicia, y sólo la justicia puede determinar la participación o no, y el grado de responsabilidad que mi padre puede haber tenido en cualquier caso de derechos humanos.

-Pero, más allá de esa respuesta racional, interesa saber cómo se siente usted frente a esas acusaciones, y qué le parece el dilema que plantea la escritora Mónica Echeverría sobre la responsabilidad de los hijos...

-Bueno, es una situación desafiante porque implica reflexionar hasta dónde los hijos deben asumir responsabilidades que corresponden a los padres. Y creo que no es bueno que ningún hijo en Chile cargue con responsabilidades ni privilegios que correspondan a sus padres.

-No cabe duda que el tema lo han hablado mucho en su familia. ¿Qué dice su padre, y usted?

-Este tema ha generado conversaciones casi en todas las familias que conozco. Es un tema que vale la pena conversar y debatir al interior de las familias.

-¿Siente que su padre tiene alguna responsabilidad de todo lo ocurrido a partir del 11 de septiembre de 1973?

-Mire, yo tengo dos cosas claras en este momento: Una, que amo a mi padre; y dos, que creo en la justicia como un valor fundamental de la sociedad, y que vale la pena defenderlo siempre.

-¿Y ese amor es independiente de si él fuera o no culpable?

-Insisto en la misma respuesta. Tengo dos valores claros: el amor a mi padre y el valor de la justicia por sobre todas las cosas. Y son dos valores importantes para mí.

-¿Se siente integrante de la "familia militar"?

-Bueno, yo soy hija de un oficial de Ejército en retiro. La familia militar es una entelequia. Yo me siento perteneciente a la familia chilena.

-Usted hizo el Curso de Aspirantes a Oficiales de Reserva del Ejército (CAOR) con los militares...

-Fui invitada por el Ejército, como muchas otras personas, y a mí me pareció que era una instancia más para poder compartir con miembros de las Fuerzas Armadas activos y plantearles mis ideales políticos, que contemplan que nuestra democracia cuente con fuerzas armadas profesionales, integradas a la sociedad y plenamente obedientes al poder civil; mi visión crítica respecto del golpe de Estado y mi deseo de que nunca más en Chile vuelva a ocurrir algo como lo que sucedió.

-La Asociación de Marinos Exonerados afirma que, al momento de tramitar la jubilación par sus uniformados sometidos a vejámenes, usted, siendo subsecretaria de Marina, les pidió que retiraran la demanda que habían interpuesto contra sus presuntos torturadores. ¿Por qué lo hizo?

-Primero quiero decir que este es un proceso en búsqueda de reparación a través de restituirles a los marineros constitucionalistas sus derechos previsionales, de los que estaban excluidos porque fueron detenidos y dados de baja por la Armada en agosto del 73. Y eso legalmente los dejaba fuera del beneficio de los exonerados, porque la ley establece que las fechas que incluye la ley son desde el 11 de septiembre del 73 hasta 1990. Como ellos habían sido detenidos y dados de baja antes del 11 de septiembre del 73 estaban fuera del beneficio de la ley. Por muchos años, buscaron distintos caminos de solución los marineros constitucionalistas. Finalmente, en un trabajo conjunto, transparente y documentado entre los propios afectados, la Armada, la Contraloría General de la República, la Oficina de Exonerados Políticos y el Ministerio de Defensa se logró por fin que ellos y sus familias obtuvieran una pensión de Capredena y en cinco casos del Instituto de Previsión social. Eran 43 casos. De ellos, 30 tuvieron pensión de Capredena y cinco del IPS; los otros no calificaron.

La acusación por el caso Barrancones


-Hubo una investigación por su participación en el caso de Barrancones... no hubo acusación, pero quedó claro que usted tenía una sociedad con su marido, que pidió antecedentes vía mail de una licitación que se estaba haciendo.

-Yo instruí ese sumario como jefa de servicio ante una denuncia anónima contra un funcionario de la Subsecretaría. Este sumario se cerró sin sanciones; para mayor transparencia se envió al Ministerio Público, que no encontró mérito para abrir una investigación. Durante mi gestión se rechazó la solicitud de concesión marítima que Barrancones estaba solicitando y sin ese decreto no podía operar.

-Finalmente, no operó porque Piñera dijo "no".

-Claro, pero cuando terminé mi gestión, Barrancones no tenía otorgada la concesión marítima y no podía operar sin ella.

-Sin embargo, la sociedad que tenía con su marido hizo los trabajos de asesoría para la empresa y se pagó en una cuenta que usted tenía con él ¿No le parece que hay conflicto de intereses?

-En esa época no existía la claridad respecto de las consecuencias que podría tener el que yo tuviera un 1% en una sociedad con mi marido. Lo bueno para todos es que eso cambió y hoy todos sabemos que es muy importante que estas cosas se definan antes que un funcionario público asuma funciones. Eso es bueno para Chile.

-Más allá de la ley, ¿no le parece que es cuestionable que su sociedad...

-... (interrumpe) Lo que a mí me parezca no es lo importante. Lo importante es que hubo un sumario, un fiscal y además lo vio el Ministerio Público. Lo importante es lo que esa investigación arroja y eso es un documento público.

El suicidio del general Mena


-Dado su conocimiento del mundo militar, ¿cómo le llegó el suicidio del general (R) Odlanier Mena?

-Por coincidencia, un sobrino de él es compañero mío en el CAOR y él estuvo muy triste y en la amistad que surgió con él en el curso, yo solidaricé mucho con él en su tristeza. Así me llegó, con la pena de su sobrino.

-¿Ha visto el sufrimiento de familias militares, que tuvieron hijos muy jóvenes y que están sometidos a proceso?

-Lo importante aquí es que, considerando todo el dolor que generó la intervención militar, perdón, el golpe militar de 1973, sea la razón para que nunca más las Fuerzas Armadas vean en un golpe militar una solución que está en manos de la democracia. Eso es lo que me parece importante. Sin el dolor legítimo de esas familias no se va a aprender la lección que tenemos que aprender todos los chilenos, sin excepción. Tenemos que tener una sola verdad respecto de lo que pasó.

-Una última pregunta, ¿habló de estos temas con la Presidenta electa, Michelle Bachelet?

-Lo de Barrancones fue público. Además son documentos públicos, de los que toma razón la Contraloría y respecto del tema de mi padre, el ministro del Interior ya se pronunció sobre mi confirmación como subsecretaria de las Fuerzas Armadas.

-¿Pero ya había hablado el tema de su padre con la Presidenta electa?

-Lo mejor es la discreción; no voy a contestar esa pregunta.

-Dijo que iba contestar espontáneamente.

-Sí, pero yo no soy tan espontánea tampoco. Soy así, mido mucho mis palabras cuando pueden comprometer a otras personas. Siempre, no sólo en mi vida política.

 

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