Economía

La larga batalla de Sonda y el Registro Civil que mantiene en suspenso la fabricación de los nuevos carnés y pasaportes

La firma controlada por el empresario Andrés Navarro ha presentado varias acciones judiciales y administrativas que podrían complicar la entrada en vigencia de los documentos que prepara la francesa Morpho.  

sábado, 27 de abril de 2013 / Hugo Traslaviña.

Sonda logró poner en vilo el mayor contrato licitado hasta ahora por el Servicio de Registro Civil -por más de US$300 millones- para fabricar las nuevas cédulas de identidad y pasaportes en el país.

Desde que fue descalificada de este proceso hace dos años, la empresa que lidera Andrés Navarro ha persistido en tribunales para impugnar la adjudicación del contrato a la compañía francesa Morpho S.A. -hoy Safran Morpho-, que por estos días debiera estar poniendo a punto los sistemas para iniciar la fabricación de los documentos de identificación, a contar de septiembre de este año.

Morpho relevará a Sonda en esta tarea, ya que desde hace 10 años la firma local ha realizado ese trabajo en virtud de un contrato que está a punto de expirar. Aunque Sonda participó en el nuevo proceso de licitación, ofertando una tecnología más avanzada que la actual y a menor costo, paradójicamente fue descalificada "por no acreditar experiencia". Fue un golpe duro del cual aún no se repone y eso explica por qué sigue impugnando la adjudicación a la firma francesa, con dos recursos en el Tribunal de Compras Públicas (TCP) y uno en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC). Hasta ahora no le ha ido del todo mal.

El 27 de marzo, la Corte Suprema desechó un recurso de Morpho que pretendía invalidar un fallo de la Corte de Apelaciones, dictado a fines de noviembre de 2012, que dio el favor a Sonda y que obliga al TCP a pronunciarse sobre el fondo del reclamo presentado por la empresa de Navarro. Es decir, que el proceso fue irregular, entre otras cosas, "porque la boleta de garantía presentada por Morpho no cumpliría con la exigencia de las bases de licitación de ser un documento a la vista".

Así, este recurso deberá ser visto nuevamente por el TCP, pero ahora con nuevos integrantes, debido a que los titulares que fallaron en contra de Sonda fueron recusados por las cortes.

Junto con darle la razón a Sonda y ordenar al TCP acoger a tramitación sus demandas, el fallo firmado por la jueza Gloria Ana Chevesich en noviembre del 2012 dispuso la aplicación de medidas disciplinarias a los miembros del TCP, Alvaro Arévalo, Fernando Román y Julio Triviño, "por afectar la garantía constitucional del debido proceso legal".

En el otro recurso Sonda reclama que su descalificación del proceso habría sido "arbitraria y abusiva", por no considerar su experiencia como acreditada, como lo explicó en su momento el abogado representante de la empresa tecnológica, Luis Felipe Hübner.

El 19 de abril pasado el TCP falló en contra de Sonda en el recurso referido a este último recurso. Este rechazó en todas sus partes la impugnación de Sonda y señaló que la empresa chilena no acreditó participación en al menos un proyecto para el componente del sistema de identificación, catalogado técnicamente como AFI S1:N; ni tampoco para el componente del sistema de reconocimiento facial. Como era de esperar, Sonda anunció que recurrirá de queja a la Corte de Apelaciones.

Consultado por La Segunda, el Servicio de Registro Civil declinó pronunciarse sobre el fondo de las demandas de Sonda, señalando que "aún están judicializadas en los tribunales".

El organismo fiscal recordó que tras el examen de legalidad, el 20 de enero de 2012 la Contraloría General de la República tomó razón de la resolución de adjudicar a Morpho el contrato, de modo que éste entró en vigencia ese mismo día. "Por lo anterior, se encuentra en pleno desarrollo la implementación del nuevo sistema de identificación (cédula de identidad) y de viaje (pasaporte) multibiométrico en las 470 oficinas del país, de manera que el próximo 2 de septiembre comience a operar este moderno sistema".

Sin embargo, el gerente de la División Servicios de Sonda, José Orlandini, insistió en que "el proceso de adjudicación a Morpho no se ha ajustado a derecho" y que sigue pendiente.

Al margen de lo resuelto por la Contraloría, en Sonda estiman que una revisión a fondo del proceso de licitación podría echar por tierra la adjudicación a Morpho, poniendo en jaque la producción de los nuevos carnets y pasaportes.

Licitaciones controvertidas

Si los tribunales le dieran la razón a Sonda, no sería la primera vez que este servicio público erraría en un proceso de licitación: el anterior a éste, destinado a fabricar otros documentos oficiales (certificados de nacimiento, matrimonio y defunción, entre otros) llevó a una condena judicial a su ex director, Guillermo Arenas, y a varios otros ex funcionarios, acusados de recibir sobornos de la empresa india Tata.

El proceso de licitación para fabricar carnés y pasaportes comenzó en 2007 y siempre estuvo revestido de controversia.

A comienzos de 2008 se presentaron siete postulantes y a lo largo de su desarrollo todos ellos cuestionaron el procedimiento, así como la actuación de los funcionarios del Registro Civil que lo aplicaron. Entre tanto, hubo numerosas destituciones, entre las cuales sobresalió la del sucesor de Guillermo Arenas, Christian Behm, despedido el 10 de diciembre de 2010, por el ex ministro de Justicia Felipe Bulnes. Junto con Behm fueron desvinculados otros tres altos funcionarios del servicio, acusados de vulnerar los mecanismos administrativos establecidos en las bases.

En marzo de 2010, dos de las empresas postulantes, Siemens y Coasin, fueron eliminadas del proceso, debido a supuestas fallas administrativas. La primera, porque la fecha de una declaración no era la correcta y la segunda, porque no habría renovado a tiempo la boleta de garantía. En julio de 2010 otras dos empresas, la española Sice y la chilena Sonda, fueron eliminadas por no lograr el puntaje mínimo en alguno de los múltiples aspectos que fueron evaluados. Luego se abrieron las propuestas económicas de las tres empresas que quedaban en competencia, la alemana Bundesdrukerei, la española Indra y la francesa Morpho.

Como resultado de aquella evaluación, también en julio de 2010, la propuesta fue adjudicada a Indra. Pero a los pocos días, fue impugnada ante el TCP, irónicamente por dos de las firmas que siguieron en la pelea: Morpho y Sonda. Esta última exigió que se revisara el proceso de evaluación técnica, puesto que según ella su puntaje había sido mal calculado.

Por su parte, Morpho alegó que la boleta de garantía presentada por Indra había sido falsificada. Esto, con la supuesta complicidad de los funcionarios del Registro Civil a cargo del proceso. El tribunal, acogió los reclamos de Sonda y Morpho y ordenó al SRC detener la firma del contrato hasta que se aclararan las denuncias.

Finalmente, en julio de 2011 y después de un año de tramitación, el Tribunal de Compras falló a favor de Morpho y de Sonda, ordenando al Registro Civil cancelar la adjudicación a Indra, eliminándola del proceso. "Junto con ello exigió que se reincorporara a éste a Sonda y a Sice, con lo cual habría quedado demostrado que existieron vicios en la fase de evaluación técnica", declararon los abogados de la empresa chilena.

Entretanto, el Registro Civil procedió a modificar las bases de licitación en cuatro oportunidades y su calendario, ocho veces.

Morpho corrió sola al final de la carrera

Luego del fallo emitido por el Tribunal de Compras, en agosto de 2010 el Registro Civil retomó la evaluación con cuatro empresas en competencia: Bundesdrukerei, Morpho, Sice y Sonda. Al poco tiempo, decidió descalificar a Bundesdrukerei y Sice, aduciendo el vencimiento de sus respectivas boletas de garantía. Ya había pasado un año desde que se inició el juicio en el TCP y por eso ambas empresas descalificadas alegaron que sí habían renovado los documentos.

En esa misma oportunidad, los evaluadores señalaron que las boletas de garantía de Sonda y de Morpho cumplían con los requisitos establecidos en las bases de licitación.

Contra esta resolución, Sonda entabló la demanda en el TCP referida a la boleta de garantía.

Al final, de los siete competidores, seis fueron eliminados por razones administrativas de distinta índole. Por lo tanto, Morpho no tuvo competidores, impidiendo que los evaluadores pudieron comparar su oferta económica con las de otros, fueran o no más convenientes.

Con ello, Morpho quedó corriendo sola y finalmente le fue adjudicado el contrato.

Pasaportes subirán de precio

De acuerdo con lo informado por el Registro Civil, en 2012 Sonda produjo 3.073.000 carnets y 271.000 pasaportes. Dentro de estos últimos se incluyen aquellos entregados en 70 consulados de Chile en el mundo. Por este servicio Sonda cobró $2.246 y $21.540 por unidad, respectivamente, más IVA y el reajuste por IPC hasta la fecha. A su vez, el SRC cobraba al público $3.600 por cédula de identidad y $48.900 por un pasaporte de 32 páginas. Queda claro que el mayor beneficio para la empresa prestadora del servicio está en la fabricación de los pasaportes.

Con Morpho, el pasaporte subiría a $55.000, más IVA y el reajuste del IPC. A su vez, cada cédula de identidad costará $2.500, más IVA y reajuste anual del IPC, con un claro subsidio para las personas que a contar de agosto de 2013 deberán sacar carnet y un mayor costo para quienes requieran un documento para viajar.

De las siete propuestas entregadas al inicio del proceso, por los competidores (las españolas Indra y Sice, la francesa Morpho, las chilenas Sonda y Coasin y las alemanas Siemens y Bundesdrukerei), el Registro Civil sólo publicó la información económica de tres de ellas: Morpho ($2.500 por el carnet y $55.000 por el pasaporte); Bundesdrukerei ($2.365 y $50.806); e Indra ($2.200 y $55.020).

Suponiendo que la producción de cédulas y de pasaportes se mantiene por los 10 años de vigencia del nuevo contrato, los precios totales a cobrar por cada una de estas tres empresas serían: Morpho, $248 mil millones; Indra, $239 mil millones; y Bundesdrukerei, $231 mil millones.