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¿Dónde viven los chinos en Chile?

Es una de las comunidades que experimentó un mayor crecimiento desde 2005.

viernes, 23 de diciembre de 2016 / La Segunda.

De los 457 restaurant chinos que hay en Chile, 156 están en Santiago. De ellos uno llamó trágicamente la atención hace una semana, cuando en el local de venta comida “To Pao” de La Florida fue asesinado Baolín Luo (67). Un crimen que movilizó a más de mil chinos que protestaron frente a La Moneda.

Luo llegó a Santiago desde Canton en 1980 como cocinero de un local que sus parientes tenían en Vitacura, hasta que empezó a emprender y abrió varios restaurant.

El oficio al que se dedicó después de aterrizar en Chile, como demuestran las cifras del Departamento de Extranjería del Ministerio del Interior, es el que declara la mayoría de los migrantes de esa nacionalidad: en 2015 ingresaron 673 chinos con visa de trabajo. El 17% de ellos (112) se identificó como vendedor o comerciante mientras que el 9% (59) dijo ser cocinero y chef.

El edificio de los chinos

Baolín no sólo murió dentro de su local, sino que su casa estaba en el mismo lugar que su restaurant. Una forma de vivir que también tiene la mayoría de la comunidad china residente.

Y es que los inmigrantes chinos prefieren estar cerca de su fuente de trabajo, por eso no existen zonas residenciales de la colonia. Lo más cercano a un “Chinatown” local es el área que abarcan las calles Exposición, Meiggs y Bascuñán Guerrero. Un barrio de Estación Central en el que conviven junto a peruanos, haitianos, colombianos e hindúes.

 Allí ebulle el comercio de artículos importados. Y allí también está emplazado un edificio de 135 departamentos, ubicado en Sazié esquina Conferencia, donde el 95% de los residentes es de origen chino. Son los mismos que trabajan en los locales del sector.

En el hall del edificio, cuyo dueño es un matrimonio de un empresario chileno con una ciudadana china, dos adornos sobre el mesón forman una curiosa dupla que refleja la identidad del lugar: un gato dorado de la buena suerte y un chancho de plástico amarillo chileno.

 “Vivimos cerca del trabajo porque cuando pasa algo nos podemos comunicar rápidamente” cuenta Yitian Guo (22), quien llegó a Santiago hace dos años siguiendo a sus padres que se entusiasmaron con Chile gracias a la firma del Tratado de Libre Comercio con China, suscrito en 2005.

Yitian estudia Ingeniera Comercial en la Universidad Católica. Cuenta que para ellos es muy importante mantener la cultura. Si bien sus hermanos menores van a un colegio chileno, “en nuestra casa conversamos multi-idiomas: hablamos en español, en el dialecto natal o en chino mandarín”.

Hoy su mayor preocupación es la delincuencia. Y dice que la manifestaciónfrente a La Moneda no era la primera que organizaban. “Hace cuatro meses hicimos otra porque nadie nos ayuda y nosotros mismos tenemos que vigilar en la noche. En todos los locales hay varias alarmas. Mi papá se levanta varias veces en la noche para revisar las cámara y poder saber si está pasando algo en el local”, dice para ejemplificar el temor que sienten.

Organizados por provincias y dialectos, existen seis cámaras de comercio. La familia Guo es parte de la provincia de Fujian. Pero también hay otras agrupaciones como la Asociación Gremial de Empresarios Chinos en Chile y la Cámara de Comercio Asia Pacífico, ambas presididas por Hexing Wang quien resalta que pese que les preocupa mantener su identidad también están interesados en integrarse a la comunidad chilena. 

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