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Política

Choque periodístico por Guillier

martes, 11 de octubre de 2016 / La Segunda.

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¿Pacto de silencio entre los periodistas a favor de Alejandro Guillier versus una operación de poderes fácticos contra el senador independiente?

El debate, que se ha venido reproduciendo en forma soterrada, se inició a mediados de septiembre con una columna de Matías Rivas en la revista Capital en la que cuestionaba el rol del Guillier en Caso Spiniak, por el uso de una cámara oculta para obtener una declaración del juez Daniel Calvo en 2003.

Entonces el magistrado investigaba una red de pederastas, pero mantenía una segunda vida. Calvo era cliente de un sauna gay, lo que, a juicio del equipo de prensa que dirigía Guillier en Chilevisión, lo hacía vulnerable a las presiones.

A eso se sumó semanas después otra columna de Juan Manuel Vial en La Tercera, quien hace 10 años ya había escrito un artículo cuestionando las ansias de poder del periodista. "Es tal la cercanía del hombre con el poder, que, al igual que cualquier televidente medianamente avispado, yo ya lo identifico como miembro de la camarilla encargada de administrar este país", escribió Vial en 2006 en Las Últimas Noticias.

"La omertá" periodística

Con matices Carlos Peña (en El Mercurio) y Héctor Soto (en La Tercera) también habían expresado comentarios críticos del emergente presidenciable (ver red de columnistas), aunque sus artículos se centraban en los contenidos discursivos del nuevo presidenciable.

Pero la discusión específicamente por el episodio del juez Calvo se encendió en Facebook, donde Rivas profundizó su postura y algunos periodistas justificaron el uso de la cámara. La Segunda no tuvo autorización para publicar esas conversaciones privadas, pese a que el debate sigue activo.

En declaraciones a este diario, Rivas detalla su postura. Incluso, no sólo cuestiona a organizaciones homosexuales de guardar silencio por las acciones de Guillier contra el juez Calvo, también apunta a la prensa. "Es un episodio demasiado turbio como para dejarlo en el olvido. La campaña de Guillier es una oportunidad para que el periodismo muestre su transparencia. En caso contrario, uno podría pensar que hay en ciertos sectores del periodismo simpatizantes de Guillier, que le dan un trato privilegiado y tapan sus zonas oscuras evitando informar a la ciudadanía. Algo así como una especie de omertá (código de silencio de la mafia italiana), un pacto de silencio", explica Rivas, quien recalca no tener nada personal contra el senador.

¿Operación de poderes fácticos?

Guillier en paso en varias radios, en TVN, Chilevisión y la desaparecida revista Hoy acumula una red de amistades, que no son necesariamente adherentes políticos, recalcan algunos.

Pero uno de los cercanos Guillier, Freddy Stock desestima que exista una red de protección. "El periodismo no es un gremio de los que suelen ocupar ese tipo de pactos. Es muy lejano a lo que ocurre con los médicos, por ejemplo. En el gremio periodístico tiende a primar más la envidia entre los pares, lamentablemente", señala.

Respecto de las columnas con tono crítico, Stock lo atribuye "al peligro que representa Guillier para ciertos amantes del orden establecido, vengan de donde vengan".

Otro periodista cercano a Guillier, quien pidió anonimato y no aparece en la red (ver infografía), cree que detrás de estas columnas hay una operación de poderes fácticos.

La Segunda también habló con algunos periodistas cercanos al senador, como Abraham Santibañez, Claudio Fariña y Beatriz Sánchez, quienes no se refirieron en específico a esta polémica.

 

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