A todo tejido, con el punto 2.0
Regresa la lana en fibra natural,
para distintas ocasiones y con un toque de glamour.
Por Leyla Hauva
A pesar de poseer un gran número de atributos, la lana es el producto de origen animal menos valorado de todos. Sin embargo, ya pasaron los años en que tener un chaleco tejido a mano era una ñoñería. Hoy, grandes diseñadores de la esfera mundial y local ponen de moda el punto 2.0, que es el clásico tejido combinado con un sinnúmero de aplicaciones y técnicas que hacen de cada prenda de lana una pieza única.
La lana es una fibra natural muy popular y probablemente la más antigua empleada por los hombres. Inevitablemente, cuando hablamos de este material nos transportamos a los aparatosos tejidos que solían hacernos nuestras abuelitas. Y es que un producto que era clásico en la infancia, poco a poco, a medida que crecíamos, iba perdiendo potencia.
Pero ¿por qué? Porque si lo pensamos, la lana posee más pros que contras. Su estructura celular es apta para fabricar tejidos que absorben y eliminan humedad, lo cual permite sentir abrigo, pero no calor. Retoma su forma original porque es flexible. Su elevado contenido de agua y nitrógeno hacen de la lana natural un producto poco inflamable, cumpliendo con muchas de las regulaciones internacionales sin necesidad de tratamientos químicos. Como todo elemento delicado, requiere un poco más de cuidado; aun así, no se deteriora ni se pone feo con el tiempo si es de buena calidad. Al ser un producto natural, se biodegrada en poco tiempo.
Sumado a lo anterior, la lana absorbe emisiones tóxicas del entorno, contribuyendo a purificar el ambiente en los espacios en que se emplea como aislante.
A pesar de todo esto, la producción de lana mundial está amenazada sobre todo por la competencia de fibras artificiales de bajo costo. Dado el desconocimiento de las propiedades positivas de la lana, el consumidor opta por fibras artificiales, pues no está dispuesto a pagar el valor real, que muchas veces triplica el de las fibras sintéticas.
Patricia Barrera, diseñadora textil destacada en el rubro de esta fibra natural (www.patriciabarrera.com), sostiene que la cada vez más exigua industria textil y de hilanderías en Chile, y la invasión en esta área de países como China, han significado que el producto sintético lidere el mercado, en donde priman los objetivos comerciales de bajo costo. "El consumidor, comparando los precios entre la fibra sintética y la natural, decide en la mayoría de los casos por lo más barato y no por la calidad y durabilidad de los materiales y de las prendas".
Pero hoy, el concepto natural comienza a empoderarse e incluso se viste de glamour.