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Por Bernardita Braun


Desde que lanzó Marc Jacobs International Company, la vida le sonríe a este diseñador divertido, relajado y sexy. Con apenas 24 años, es el más joven que recibe el premio Nuevo Talento en Moda, otorgado por la Council of Fashion Designers of America (CFDA).

Marc Jacobs es mucho más que la pollera negra que tanto le gusta usar. Y mucho más que ese diseñador que le cambió la cara a Louis Vuitton; que creó el estilo grunge y que sólo es superado por su sombra. Jacobs es el batido perfecto de talento, pasión y carisma. Un diseñador adorado por las celebrities, fiel a sus musas y eterno camaleón. Con look geek, pelo azul o varios kilos de más o de menos, Marc no se cansa de sorprender.

¿Su última aventura? Diseñar las latas veraniegas de Coca Cola light. Tal como lo hicieran antes Karl Lagerfeld, Manolo Blahnik o Jean Paul Gaultier, el estadounidense le agregó un nuevo condimento a la campaña: él mismo. Divertido, relajado, sexy, protagonizó además dos comerciales de TV. En uno de ellos aparece en una caseta de fotos junto a tres jovencitas con quienes viaja desde los 80 hasta traernos a la mujer contemporánea, liberada de prejuicios y ataduras. Y es la misma frescura de la lata la que irradia Marc.

Es que nadie ha podido resistirse a su sonrisa perfecta; menos a su desenfado para crear. Si incluso sus profesores de Parsons apenas creyeron lo que veían, en el minuto preciso que Jacobs mostró una línea de chalecos que conformaban su proyecto de graduación. Diseñados por su puño y confeccionados por quien determinó el destino de Marc, su abuela paterna, juntos dieron vida a una colección que, sin proponérselo, cambiaría su vida para siempre.
Premiada por los profesores, admirada por sus compañeros, fotografiada hasta el cansancio y, finalmente adquirida por Charivari, una de las boutiques neoyorquinaskinas top de antaño, su proyecto de graduación fue victorioso. Incluso, el tejido en punto le permitió conocer a quien sería su socio durante tres décadas, Robert Duffy.

Fue éste quien lo recomendó en su primer trabajo para la marca Sketchbook. Toda una proeza en la industria, al abrirle las puertas a un novato. Un recién graduado en cuyas manos quedaba el diseño de dos colecciones, ambas elogiadas por la crítica.

Que había química entre Duffy y Jacobs, no había duda. Tras años de amistad, y mutua admiración, ambos se asociaron en 1986, dando vida a la primera colección con etiqueta Marc Jacobs. Juntos fueron contratados por la marca deportiva Perry Ellis, en la cual cambiaron la forma de vestir de la mujer, incorporando el estilo grunge. Un estilo premiado por la prensa especializada, pero un verdadero desastre en ventas, que dejó a Jacobs con el premio al mejor diseñador femenino del año en sus manos, pero, al mismo tiempo, en la calle.

Era lo que faltaba para que Jacobs y Duffy se animaran a lanzar, en 1994, Marc Jacobs International Company. Con un mítico desfile, y en el que caminaron Linda Evangelista y Naomi Campbell sin cobrar un solo peso, el diseñador marcó su regreso en gloria y majestad.

Desde entonces, la suerte ha estado de su lado. Galardonado hasta el cansancio; apetecido creador de y director creativo de LVMH, fue este último puesto lo que faltaba para tocar el cielo con ambas manos. A cargo del debut de la colección Ready to Wear de la tradicional marca francesa, desde 1997 la ha posicionado con una imagen mucho más fresca y significativamente más lucrativa que antes de su llegada. Las malas lenguas dicen que ha cuadruplicado las ganancias.

Para lograr compatibilizar ambos trabajos al mismo tiempo, Marc Jacobs pasa la mitad del año en Nueva York y la otra mitad en París. Apoyado por un equipo de trabajo admirable y fiel a su estilo, a sus gustos y a su manera de trabajar, en 2004 lanzó su segunda línea llamada Marc For Marc Jacobs.
Y hoy, mientras el verano europeo está plagado de su imagen ligada a una bebida de fantasía, él acaba de lanzar su colección crucero 2014 y de pasar unos días de descanso en las playas de Río, siempre indiferente junto a su novio. Merecidas vacaciones para quien vive inmerso en el torbellino de la moda y carga sobre sus hombros una tonelada de halagos y reconocimientos.



Ahora está diseñando las latas veraniegas de Coca Cola light.

Siempre vanguardista, Marc Jacobs no conoce la discreción y su colección
"Resort 2014"es una fiesta de glamour con diseño aplicado en tela, rayas,
cuadros y pieles.