El Mercurio

Las Últimas Noticias

La Segunda

Soychile

Avisos Económicos

La Segunda Legales

Por Bernardita Braun


Todo aquel que ame la moda, sabe que Bergdorf Goodman es el paraíso. Con 111 años de vida, esta lujosa tienda de departamentos es venerada por clientes, estilistas y diseñadores de todo el mundo que, en un recientemente estrenado documental, cuentan por qué es la puerta de entrada a un mundo glorioso, en el que todos quieren estar, pero sólo unos pocos tienen lo que se necesita para lograrlo.

Definitivamente, New York City no sería lo que es, si la tienda Bergdorf Goodman no se hubiera apoderado de una manzana completa en plena Quinta Avenida. Con más de cien años de existencia, sus pasillos han visto deambular de todo: ricos, excéntricos, míticos diseñadores, turistas obnubilados, estrellas y políticos de toda índole. Más de un millón y medio de personas se detiene cada semana a contemplar sus espectaculares vitrinas; ha reportado ventas que superan los 500 millones de dólares anuales, cuenta con los mejores personal shoppers del mundo y, su interior alberga la más exclusiva selección de ropa, zapatos y accesorios que un mortal pueda imaginar.

A meses de haber cumplido 111 años, uno de sus descendientes se animó a seguir con las celebraciones e invirtió en un documental que muestra este imperio puertas adentro, dejando al descubierto que Bergdorf Goodman es mucho más que el lujo en toda su dimensión. "Quiero que Esparzan Mis Cenizas en Bergdorf" nos muestra, durante 93 minutos, el glamour de la moda en primera persona, e indirectamente, por qué quienes no pueden vender sus diseños en esta tienda, simplemente no tienen futuro.

Creada a comienzos de 1900 por dos amantes del buen vestir, Herman Bergdorf y Edwin Goodman, partió con un pequeño local de sastrería. Pero los años lo transformaron en el destino ideal para los traperos de billetera suntuosa. Ubicada en el mismo terreno donde alguna vez existió la mansión de la familia Vanderbilt, de inmediato se hizo conocida por sus diseños Pret a Porter, su oferta de pieles y perfumes.

Y aunque a los largo de estos más de 100 años ha tenido altos y bajos, el buen ojo y la decisión de su actual directora creativa, Linda Fargo, han sido claves para que hoy se encuentre en la cúspide, con la mejor selección de estilos y marcas, dispuestos en una esquina catalogada de emblemática.
No es casualidad que el mismo Giorgio Armani asegure que lo primero que hace apenas pisa suelo neoyorkino es correr a mirar las vitrinas de esta tienda. Tampoco que la estilosa primera dama norteamericana renueve su clóset con diseños de uno de sus creadores favoritos, Jason Wu, colgados en sus estéticos corners; menos que diseñadores del nivel de Diane Von Furstenberg, las mellizas Olsen, Manolo Blahnik, Domenico Dolce y Karl Lagerfeld, entre muchos otros, hayan accedido a ser entrevistados para este documental. Es que esta tienda es mucho más que eso: es toda una institución en la industria de la moda y para muchos de sus empleados, la puerta de entrada a un mundo glorioso.
Para que un diseñador se estrene en esta tienda, se necesita mucho más que caerles en gracia a los directores de moda. Bien lo sabe el siempre bronceado Michael Kors. Descubierto por la antecesora de Fargo, Dawn Mello, durante un tiempo ésta lo espió, hasta que reconoció su potencial, mientras el diseñador arreglaba una vitrina en una tienda ubicada frente a BG.
Capaces de olfatear el verdadero talento con sólo estrechar un saludo, el equipo que mueve esta poderosa máquina no para con tal de tener a la venta lo mejor de lo mejor. Famoso es el escuadrón de personal shoppers que ayuda a los más ricos a decidir qué comprar. Un trabajo tan bien remunerado, que para nadie es un secreto que éstos pueden llegar a ganar cientos de miles de dólares anuales con su asesoría.
Son años de historia. Por algo nadie quiso quedar fuera de este proyecto. Más de 175 entrevistados —entre diseñadores, asesores de imagen, fashionistas y celebrities— se sentaron frente al lente de Matthew Miele y todos tuvieron algo que decir.
Memorable es la anécdota que recuerda esos tiempos en que Elizabeth Taylor encargó orejeras de visón, hechas a mano, para toda su lista de Navidad; o el antojo de John Lennon y Joko Ono, cuando ordenaron 70 abrigos de piel para regalar en plena época navideña.
Locuras a la vista de cualquier mortal, pero nimiedades a las que están acostumbrados en Bergdorf Goodman y de las que podremos enterarnos cuando llegue a Chile este esperado documental. Uno que se suma a una larga lista de producciones audiovisuales cuyo tema central es la moda y que, en este caso, retrata el sueño americano a la perfección.
Para ver el tráiler del documental: http://blog.bergdorfgoodman.com/scattermyashes