Duerme noventa minutos cada noche con un taco de post it en el velador. Pasa horas al teléfono y rara vez para. Cuando se siente abrumado, toma un baño de tina caliente durante 20 minutos, y dentro de ella, encuentra un estado de relajo tal, que él mismo denomina su momento de meditación. En medio del agua aclara sus ideas, que corren a mil por su cabeza. Tal vez por eso repite este ritual cinco veces al día. Cada día.

Tom Ford es trabajólico, perfeccionista y, como suele sucederle a los obsesivos, 100% inconformista.
Más energético que el guaraná, este diseñador vive su mejor momento. Se tomó cinco años sabáticos, debutó como director de "A Single Man" (con Colin Firth),; acaba de ser padre por primera vez y abrió una tienda espectacular en París… En la mismísima cima, Tom Ford está lejos de querer parar.
Tejano hasta la médula, este diseñador de vestuario con look de estrella de cine, nació en un estado más conocido por su población de cowboys, que por la moda. Dicen las malas lenguas, que su madre se casó 6 veces y que fue ella quien despertó en él, el gusto por lo bello. De hecho, nunca se cansó de repetirle que andar mal vestido era faltarle el respeto a los demás. Ella misma le regaló a su hijo un par de mocasines Gucci cuando éste apenas tenía 12 años.
Su futuro estaba escrito: terminó la primaria, tomó sus maletas y partió a Nueva York. Allí estudió historia del arte,; abandonó la carrera por la de arquitectura interior en la famosísima Parsons,; vivió en París,; volvió a América, donde conoció la movida nocturna de Studio 54 y mucha fiesta,; se codeó con Andy Warhol y protagonizó más de 12 comerciales para televisión, transmitidos simultáneamente en todo Estados Unidos.
Su primer gran salto laboral lo dio cuando fue nombrado director de diseño de Perry Ellis. Su nombre apenas sonaba, pero, a comienzos de los 90, su vida dio el giro que marcaría un antes y un después. Se trasladó de nuevo a Europa, pero esta vez Italia lo recibiría como diseñador jefe de la colección femenina ready to wear, de Gucci. Dos años después ya era el director de diseño.

Pero la mala suerte le pisaba los talones. La marca estaba a punto de entrar en bancarrota y Ford tenía los días contados en la firma. Pero su destino cambió, cuando Gucci fue adquirida por Investcorp, que lo nombró director creativo de la marca. Así, pasaba a ser amo y señor, y sobre sus hombros caía una responsabilidad abrumadora: dar el visto bueno a cada cartera, perfume, anteojo, par de zapatos o chaqueta que se diseñara en sus talleres,; además de aprobar las campañas publicitarias, diseño de tiendas y todo lo que tuviera que ver con la firma italiana.
Y Gucci dio un vuelco histórico. Introdujo un diseño netamente comercial, en el que el satín, las líneas ceñidas, el animal print y todo un mundo se resumieron resumido en la palabra seducción. Sus diseños enloquecieron al mundo con una línea fabulosa, femenina, sexy, pero sobre todo, deseable.
Nadie imaginó que cuando Investcorp comprara una parte importante de Ives Saint-Laurent nombraría a Ford como el director de ésta. Nadie pensó que llevaría ambas marcas con maestría,; que se transformaría en la peor pesadilla del diseñador francés (tanto, que Ives Saint-Laurent renunciaría a la casa), y que, con un éxito arrollador y mucho blanco y negro, haría maravillas con la marca.
Con una lista interminable de reconocimientos, en 2004 renunció a la industria de la moda.
Se tomó cinco años sabáticos y en 2009 reapareció con su marca homónima. Tom Ford: una apuesta completísima, esperada y sorprendente. Un imperio que incluye espectaculares tiendas, fantásticas colecciones, los más ricos perfumes y una energía contagiosa. La suya,; ésa que lo hace pasar la mayor parte del tiempo despierto, creando, dirigiendo, controlándolo todo, en una industria que no se detiene y que vive esperándolo todo de este creador.

Asesorados por profesionales de Prochile, decidieron invitar a otros diseñadores con currículum y el background necesario para postular a la feria; "Un grupo más numeroso y diverso, que representara el verdadero espíritu creativo de nuestro país". Muchos quedaron en el camino.
Luego de interminables reuniones, miles de pendientes en carpeta y otros fondos donados por Sercotec y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, que beneficiaron a algunos de estos diseñadores, 5 marcas fueron seleccionadas para representar nuestro país en la Roomslink de Japón bajo un potente concepto: Chile Fashion Design.

Cada uno con una propuesta diferente, llevan en sus maletas horas de trabajo y originales diseños que exhibirán durante 4 días (desde el 19 al 22 de marzo). Juntos expondrán en un mismo stand todo su talento, pero también un pedazo de Chile, especialmente el desierto de Atacama, región que inspiró las colecciones de estos seis diseñadores.