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Unas piernas espectaculares; un escote descomunal, un ceñido modelo de esa mujer que ve al menos 300 días al año y que nunca imaginó las curvas que tenía. Llega fin de año y con él, innumerables actividades extracurriculares que invitan a cerrar el año como corresponde. La comida de la oficina es un gran momento pero, ¿cómo no sobrepasar los límites para guardar la imagen laboral?

Está claro que es importante cuidar la compostura…que no es lo mismo embriagarse con un par de amigos que en la comida de la oficina, porque la vergüenza será recordada una y otra vez y hasta el fin de los tiempos. Por lo mismo, el lookelegido para la ocasión, tampoco puede ser escogido al azar. Ni mucho, ni poco, ni muy largo, ni muy corto…qué decir de los escotes. Ahora, si lo suyo es el sueño de la femme fatale, tal vez sea un buen momento, pero después no se queje si, de regreso el lunes al trabajo, todos rehúyen de usted.

Lo cierto es que la alternativa correcta será reconocerse y no disfrazarse… es muy raro cuando una Gertrudis cualquiera se transforma en una gatúbela por una noche. Siempre, guardar la compostura.

Para la diseñadora de Solenomas, Solange Contreras, la opción más certera es buscar un diseño "elegante pero atrevido". Según explica, para esta temporada "predominan los estampados coloridos, tribales y étnicos, también se llevan los tonos pasteles suaves y dulces para las más clásicas, y sobre todo los colores fuertes; verde menta, fucsia, amarillo limón, mandarina y frutilla" para las más audaces.

Ana Maria Vélez, relacionadora pública de la tienda Carolina Pino, afirma que "una comida de fin de año en la oficina amerita un traje con tendencia, pero no extremo. Esto es muy poco brillo, tranquilo en el corte , colorido, largo y escote, ya que asisten los jefes, señoras de éstos etc., por lo que no se debe parecer ni mujer fatal, ni desubicada en los extremos….esto, por supuesto, respetando el estilo de cada asistente; no parecer disfrazada en lo que se es a diario".

La propuesta de Atelier Carlos Pérez es la línea "más bien clásica, en telas con poco brillo, que marquen sutilmente la figura, en líneas de corte simple y con terminaciones perfectas", porque, según comenta el mismo Pérez, "la sencillez es la clave".
Es importante potenciar las curvas, sin exagerar. "Se destacan los cortes en la cintura, escote pronunciado pero no exagerado, formas que realzan la femineidad", comenta Contreras.

Alternativas "express"

Si la comida es inmediatamente después de la oficina, existen alternativas express.
"Un vestido de tela con bonita caída, color al gusto propio, con corte simple, puede ser un básico jumper, agregando un lindo pañuelo, o una chaqueta con más glamour, al gusto y estilo de cada una. Lo mejor: una mezcla de humor y de imaginación. Así, con el vestido más especial que te pondrás ese día, le agregas un collar, o una flor de seda. Te pones un poco de maquillaje, algo de perfume(poco)y ya estas transformada para la noche", dice Carlos Pérez.

Ana María Vélez plantea otra alternativa: "Un buen y minimalista vestido en algún color adecuado (petróleo, verde, grafito, nude ) no siempre negro… que al llegar la noche lo transforme con accesorios de noche, aros importantes, un buen collar, o zapatos glitter (unos u otros, por supuesto) para brillar, bailar y pasarlo genial".

El largo del vestido será relativo. Según Pérez, si tienes una bonitas piernas, nada impide usar polleras cortas. Contreras, por su parte, sostiene que "predomina el largo asimétrico, pero los vestidos cortos son un indispensable a la hora de fiestas de tarde".
Para Vélez, "el largo del vestido apropiado es a la rodilla si es ajustado, irregular a media pierna si es gasa….y si la persona es muy joven puede ser una mini sin exagerar".