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Este espectacular vestido lo hizo Luciano Brancoli para una novia que llegó con la idea de colores, estampados y formas distintas donde el diseñador. Los zapatos son de la chilena Bárbara Briones.

 

2012: más

COLOR y LIBERTAD

para elegir

 


Mandan los escotes y los vestidos livianos que las acompañe en los movimientos.¿Lo nuevo? Las polleras en todas sus alternativas y el color en bordados a mano y pedrería. Y a ellos, siempre clásicos, cada vez les importa más su look.

Por Bernardita Braun y Leyla Hauva

 

 

Aunque las cifras de divorcio son aterradoramente altas, nada parece frenar las ganas de las chilenas de cambiar de estado civil. Un rito que conlleva decisiones, un sinfín de gastos y la ilusión de concretar el compromiso del brazo de su príncipe azul, en un vestido que refleje lo que son: libres, informadas y decididas.

En la antigua Roma sencillas túnicas blancas se complementaban con corona de flores y un velo. Pero esa tradición fue variando. La historia cuenta que los tonos pasteles, el rojo e incluso el negro fueron utilizados en el diseño de vestidos.

Al principio se confeccionaban en pequeños talleres de costura. Luego en los ateliers de los modistos más renombrados, representando simbólicamente el poder económico y social de la familia de la novia.

La novia de este siglo: 100% libre

Informada, conocedora de tendencias y más segura. Así es la novia de nuestro siglo. Ya no sólo sabe lo que quiere, también paga por eso. "El rango de edad ha cambiado. Las novias son profesionales, decididas y prácticas y con poco tiempo disponible; mientras más mayores son, menos acuden a las pruebas con la mamá", sostiene el diseñador Ricardo Lavín, de boutique Wales.


Los diseñadores Pollo Covarrubias y Ricardo Lavín llevan más de 30 años vistiendo a novias y madrinas. El vestido de la foto fue pensado para un matrimonio de día y el bordado azul del top, confeccionado a mano, refleja la tendencia de hoy: muchos detalles en color.

Catalina Hartard, de Oui Novias, destaca la importancia del rito para los novios y las posibilidades para vivir su momento como quieren. "Siento a las novias más sencillas, más libres de protocolos y obligaciones, más autánticas y dispuestas a transmitir sus gustos, sensaciones y personalidades".

Carmen Albugarade, dueña de La Casa Blanca, lleva más de 60 años en el rubro y desde su tienda en Vitacura asegura que "la novia actual es informada, no sólo en marcas y estilos, sino que sabe perfectamente qué le favorece".





Para Alejandra Sánchez, diseñadora de tocados y accesorios, "las novias son más naturales, los vestidos son menos sofisticados, los peinados más sueltos y la actitud de ella es mucho más gozadora". Sin embargo, advierte como una tendencia el nuevo carácter desechable que ha adquirido. "Antes, todo lo que usaba la novia se guardaba como un recuerdo sagrado. Ese romanticismo se ha ido perdiendo casi por completo. Hoy en día las novias están conscientes de los gastos que implica un matrimonio y, por lo mismo, tratan de ahorrar en las pocas cosas que se puede. Arriendan los accesorios y tratan de que el vestido sea lo más barato y les quite el menos tiempo posible; y ojalá encuentren uno hecho que no haya que hacerle ni siquiera un arreglo".

Incluso, se atreven a romper esquemas. "Una vez hasta me tocó una novia que entró con un ramo azul y rojo porque era fanática de la U", cuenta Alejandra.




Complementos: un toque muy personal

La tradición de que la novia utilice tocado el día de su boda viene porque en la antigüedad se acostumbraba que las mujeres llevaran una guirnalda de flores (que simbolizaba la virginidad).

Y hoy es un hecho que los accesorios para el pelo, ya sean piedras o tocados, son un must.

Alejandra Sánchez corrobora que la elección del accesorio "es un tema que congrega a la novia y a su mamá, hermana, o a alguna amiga: una comitiva familiar". Y que en ese peregrinaje, ya nadie opta por las plumas, flores naturales y los géneros amarrados en la cabeza.

Respecto al pelo, Ricardo Lavín afirma que las chilenas prefieren llevarlo suelto o semitomado. "Por suerte algunas van por opciones más elegantes, como los semimoños, estilo que seguramente estará de vuelta pronto".

Y aunque para muchos el velo, usado tradicionalmente como símbolo de juventud, ya no va más, sigue siendo un excelente reemplazo para la cola del vestido. "Hay iglesias, como Los Sacramentinos o San Lázaro, que son muy demandantes de vestido y eso importa mucho para lograr que la novia destaque", recuerda Lavín.

Lo que está in

Las polleras en toda su dimensión: amplias, angostas, estilos principescos, helénicos, minimalistas.

Se mantienen los escotes strapless, halter y espaldas al descubierto.

Influenciado por lo hippie chic, regresan los modelos clásicos ricos en géneros y con importantes ruedos.

Hay una tendencia a lo liviano, lo vaporoso y etéreo. Las novias están escapando de las grandes armazones y quieren que el vestido las acompañe con el movimiento.
Incorporación de color en detalles o en el mismo vestido, ya no albo, sino que en tonos pastel.

También es tendencia el uso del color en bordados a mano y pedrería.

¿Y ellos?

Aunque más clásico, al novio chileno le importa cada vez más su look. Si bien hay muchos que optan por el chaquet, para lo cual hay innumerables alternativas de arriendo, en Sastrería Cubillos afirman que la tendencia va por trajes a la medida y que puedan ser reutilizados. Para ello, el complemento son los chalecos en infinitos colores y, por supuesto, la corbata.

Pedro Mella, jefe de tienda de esta sastrería en Vitacura, dice que "buscamos sacar a relucir lo mejor del novio. Nosotros no hacemos «composé» con la novia; guiamos al novio para que busque un color que le quede realmente bien y no necesariamente que vaya de acuerdo al detalle del vestido de la novia".