....Al final nos acostumbramos a casi todo (Continuación)
Miércoles, 25 de febrero de 2009 22:01

Preocupación medio inútil a estas alturas, ya que no es mucho más lo que podemos achicar de velas, lo otro sería ir a palo seco (sin velas), pero vamos en regata.
Hemos comido bien, incluso dormido, y mi gran preocupación en estos momentos es que se me acaba de caer mi almohada al piso mojado.
Y la lección que uno saca de todo esto es que en las crisis, nuestros requerimientos y necesidades cambian o, al menos, se ponderan de forma distinta. No pedimos que deje de soplar, no sacamos nada por ahí, y además ya nos acostumbramos, sabemos cuál es la mejor proa para sortear las olas y la vida al interior se ha hecho llevadera. El Negro es un gran marino y gran compañero y está siempre listo para subir a cubierta ya sea a timonear o a hacer un cambio de velas. En estos temas hemos funcionado muy bien y afortunadamente no hemos roto nada durante el temporal.
El principal problema es la almohada mojada. Y me acuerdo del gran filósofo Narciso Varas, cuando pronunció su ya famosa frase: "Y uno es tan feliz con tan poco". Toda la razón Narciso, si yo tuviera la almohada seca, estaría feliz en medio de este temporal.
Estamos contentos a bordo de la "Colorina", el temporal arrecia, pero vamos en un barco seguro y lleno de ángeles de la guarda que deben ir en las crucetas del mástil cuidándonos.
Buenas noches, que tengan un lindo domingo.
Felipe


En las manos de nuestra Armada de Chile
Martes, 10 de marzo de 2009 14:13finalmente

Hola a todos.
Sabemos que en Chile nuestra querida "Colorina" tiene ya muchos fans y queríamos compartir con todos Uds. este momento.
La "Colorina" vuelve a liderar la Vuelta al Mundo en su viaje a Chile. Cierto, son apenas 2,6 millas, pero ayer íbamos atrás por 12.
En la tarde, les comentábamos que teníamos una estrategia que seguiré, pero que nos preocupaba qué velas usar para pasar la noche. Después de filosofar largo rato con el Negro, decidimos por un inventario completamente atípico y muy distinto de la tabla de crossover del barco (tabla de recomendación de uso de velas según intensidad de viento y ángulo). Necesitábamos un inventario que nos hiciera ir rápido con ángulos abiertos y capaz de resistir los squalls.
Y le apuntamos, a medianoche ya veíamos que éramos los más rápidos de la flota. Ahora, a esperar el role del viento que nuestro equipo de meteorólogos había proyectado. Cuando el viento se viniera del 280 o más trasluchábamos al Este.
En ese momento había 30 nudos, estábamos abajo de una nube negra y la luna llena trataba infructuosamente de alumbrar nuestra cubierta para facilitarnos en algo la maniobra. Era como esa escena de "Sombras Tenebrosas", sólo faltaba el Barnabás Collins. Y Murphy se apareció, a mi linterna, que uso en la frente, se le acabó la pila. No importa, ya sabíamos de memoria dónde estaba cada cordel.