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RECONSTRUCCION

Lecciones de Iloca (continuación)
6 de julio de 2010

ella estuvo construida… y los niños en clases.
Después de esa experiencia, que se repitió 16 veces en menos de 40 días, le pregunté a una autoridad cómo hacer del Estado una estructura más eficiente para así dar sustento y apoyo a los más necesitados. "Es que si así no fuera, si no tuviéramos esa maraña de procesos y normas, los pillos de siempre se lo robarían todo y los empresarios abusarían de todo", me dijo.
Tiendo a pensar que la solución está resultando bastante cara para los pobres de este país, los pillos robando igual, aprovechándose igual. Es decir, por culpa de aquellos pocos que burlan las reglas, debemos pagar la cuenta todos, presumiendo que la mala fe es la norma y no la excepción.
Y como me gusta soñar con un mundo mejor, soñé que cambiábamos el modelo y por una vez en nuestro país empezábamos a confiar en la gente y asumíamos que la gran mayoría actúa de buena fe y que, por lo tanto, el rol del Estado era facilitar las cosas, no complicarlas; que se dedicaba a controlar el resultado más que el proceso. Soñé que el Estado era inmisericorde con esos pillos de cuello y corbata que burlaban ese principio de buena fe y que existía un sistema de tribunales que era efectivo en sanciones ejemplarizadoras que significaban privación de libertad para esos infractores (…) Soñé que la felicidad y desarrollo de un país tienen que ver con la ética de sus ciudadanos. Soñé con un mundo mejor".

EMPRENDIMIENTO
Mi homenaje a Juan Vidal
14 de septiembre de 2010

"La semana pasada tuve la fortuna de viajar por la zona de Arauco y ver de cerca una maravillosa experiencia de emprendimiento. Y mi fortuna fue aun mayor cuando pude conocer a Juan Vidal.
Juan es un trabajador de una empresa contratista de Forestal Arauco y ha participado en un programa de innovación desarrollado por dicha forestal. El lleva muchos años laborando en la operación de cosecha con torre de madereo, que, según me explicaron, se usa en zonas de alta pendiente. Y como lleva años trabajando en esa función, es razonable imaginar que es uno de los expertos mundiales en ella; no porque haya hecho un posgrado, no porque haya escrito un paper del asunto: simplemente, porque se levanta y acuesta pensando en su forma de ganarse la vida.
Pues bien, a la forestal se le ocurrió una idea simple y genial: ¿qué tal si invitamos a todos nuestros trabajadores y contratistas a que presenten ideas de cómo hacer mejor su trabajo, o que ayuden a mejorar la seguridad laboral o mejoren el medio ambiente? En pocos meses, llegaron 380 ideas creativas. De seguro, ninguna de ellas va a quedar registrada en los informes internacionales ni en las cuentas fiscales como una "innovación", y Chile seguirá siendo considerado como un país poco creativo. Es que seguramente, para esas estadísticas, un trabajador forestal que, al igual que Juan, inventa una mochila más eficiente y segura para llevar su motosierra, no es innovación, pero para él, sí. Y también para los miles de trabajadores forestales.
¡Y lo que hizo Juan fue algo tan sencillo y complejo a la vez! Se preguntó si la forma como se cortaban los árboles era la correcta o no. Es que siempre se ha hecho así, le respondieron; es que si fuera tan buena tu idea, ya la habrían inventado en algún otro país, le dijeron. Pero Juan no se rindió.
Hoy día su sistema de cosecha con torre de madereo se ha exportado incluso a Brasil, y él viaja a distintas partes explicándolo, pues es más seguro y, sobre todo, protege el medio ambiente, disminuyendo los riesgos de erosión.
Soy un convencido de que miles de personas libres pensando sin límites podrían ponerle alas a la creatividad de este país (…) Si queremos convertir a Chile en un país innovador, creo que es mucho más eficiente liberar esa energía que tenemos, que se encuentra en la base de nuestra sociedad. La creatividad surge desde la base, no desde la cúspide.
Sueño con un país donde se estimule el pensamiento libre, que haya espacio para acertar y también para equivocarse, y que miles de jóvenes, al igual que Juan, se atrevan a recorrer caminos que nadie ha recorrido todavía (…)".