Manolo González:
"Felipe delegaba mucho y confiaba en el trabajo de otros"

La misma pasión por el mar unía a este experto navegante con Felipe Cubillos. Tanto así que navegaron juntos en varios barcos y González se convirtió en un estrecho colaborador, al ser el táctico de la "Colorina" en la regata Vuelta al Mundo.
En esa travesía pasaron por muchos momentos difíciles, pero también por otros que quedaron para el recuerdo, como éste que describe: "En la primera etapa -que comenzaba en Portumão, Portugal, y terminaba en Cape Town, Sudáfrica- lo más recomendable era navegar lejos de la costa de Africa, para evitar la corriente en contra, por lo tanto, la ruta que les demarqué respondía a esta lógica. Diariamente me comunicaba con él para entregarle las rutas y los pronósticos meteorológicos que manejaba.
Una noche, como a las 12:30 hrs. en Chile y 4:00 hrs. para Felipe, me llama y me dice: 'Manolo, tengo una luz en la proa'. Yo le contesté que debía ser un barco, pero él me respondió que no se trataba de un barco y si era posible que fuera un faro. '¿Un faro en medio del océano? Estás muy lejos de la costa brasileña como para que sea un faro. Revisa las cartas náuticas para ver si se trata de una isla'. Y él me recordó que habíamos decidido no usar cartas náuticas, sino que navegarían con las rutas que yo les iría indicando.
Yo pensaba que podía estar cerca de Fernando de Noronha y se lo dije. En este momento estaba en el campo, por lo tanto no contaba con una óptima conexión a internet, por lo que le pedí que me llamara en 5 minutos más, mientras me conectaba y revisaba lo que podría haber en las coordenadas en las que se encontraban.
Al minuto volvió a llamar para preguntarme si Fernando de Noronha era una isla o archipiélago. Revisamos la ruta, la corregí, pero no tenía la certeza completa de que efectivamente la ruta trazada evitaría chocar con un islote o algo, pues no tenía cómo revisar con detalle cada cuadrante. Felipe siguió la ruta, confió en ella y yo me fui a acostar muy intranquilo. Al otro día me volvió a llamar y me puso muy contento escucharlo.
Felipe delegaba mucho y confiaba en que los otros harían su trabajo de la mejor forma posible".