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Cambio de planes
Lunes, 11 de mayo de 2009 23:50

Hola a todos.
Ya hemos ordenado todo el caos que quedó en cubierta, levantando el timón de sotavento y desplegado el solent y hemos decidido que nuestro rumbo no es San Juan de Puerto Rico, sino que Charleston, y para allá vamos. Como no tenemos timón la cosa es algo más compleja, pero estamos 1.100 millas y creemos que todavía lo podemos lograr. Definitivamente llegaremos algo atrasados, pero haremos nuestro mejor esfuerzo por cruzar la meta. Serían más de 7 días pero tenemos agua y comida suficiente, luego, no hay problemas. De eso se trata al final del día, dar todo lo que tienes y si así no triunfas, no hay problema, al menos lo intentaste. Por lo tanto, la "Colorina" no ha abandonado esta Regata, sigue en competencia, sin timón, pero igual con un rumbo claro, a terminar esta vuelta al mundo.
Además, esto nos da tiempo para que desde Francia nos manden un nuevo timón. Si hubiésemos sido maratonistas y faltando 8 kilómetros te quiebras una pierna habríamos llegado cojeando, pero habríamos cruzado la línea de llegada. Eso es lo que intentaremos hacer y no crean que estamos locos; la meteorología nos acompaña, no hay temporales ad portas y podemos, sabemos que podemos. Siempre he sabido que la búsqueda apasionada de los sueños, que son la razón de vivir, no tienen nada de racional, y por eso mismo es que le ponemos tanto empeño en conseguirlos... así es que no les escribo más... me pongo mi Ipod y salimos a cubierta a seguir timonenado, con lo que nos queda.
Felipe

Acerca del timón y el destino
Domingo, 17 de mayo de 2009 0:50

Hola a todos.
Ya es de noche a la cuadra de Florida y la "Colorina" camina rápido hacia la meta; estamos a 140 millas de llegar y la gran tripulación alemana acaba de cruzar la meta. En el último día les descontamos 60 millas, pero no fue suficiente.
Al igual que lo hicimos en Cape Town y Wellington, les queremos mandar nuestras tremendas felicitaciones a Boris y Félix por una gran Regata. Hace poco rato los hemos llamado por teléfono para felicitarlos y sabemos que sus padres han viajado desde Alemania para celebrar a bordo del Beluga.
Mientras tanto nosotros seguimos luchando, vamos con todas las velas arriba, ya que ahora nuestro timón funciona, pues vamos recibiendo el viento por babor.
Hoy en la mañana, Michel el navegante solitario belga, avisó que había sido chocado por un barco carguero produciéndole, además del susto enorme, algunos daños importantes en su

barco.
Le ofrecimos ir en su ayuda, pero estábamos a más de 20 horas de distancia y el barco inglés, que se encontraba más cerca, se ofreció a ir en su ayuda. La respuesta de Michel es genial, gracias les dice, pero si siguen caminando como vienen, en una de esas, terminan cerca mío. Me gusta el estilo de Michel, una demostración más de alguien que no se rinde, ni siquiera cuando es chocado por un barco carguero.
Pero hay algo que me quedó dando vueltas desde el e-mail de anoche y tiene que ver con el timón y el destino. Y todo esto por un e-mail que me llegó hace algunos días de una persona a quien no tengo el gusto de conocer, pero me contaba algo acerca de su vida laboral; me decía que un poderoso hombre de negocios extranjero lo había contratado para una importante función en su organización sólo preguntándole cuál era su sueño y hacia dónde quería ir. Y a este empresario le gustó tanto la respuesta que le dijo el puesto es tuyo.
Y ese e-mail me recordó una conversación que tuve hace algunos años con un empresario norteamericano que me decía: Uds. en Latinoamérica tienen un problema (optimista el tipo, yo creo que tenemos más de uno...), cuando quieren contratar a alguien para su organización siempre están viendo de dónde viene, dónde estudió, dónde vivió, a qué colegio fue, cuál es su familia y sus relaciones; en definitiva, su origen. Nosotros, en cambio, me dice, no les preguntamos de dónde vienen, sino que adónde van, cuáles son sus sueños, cuál es su destino.
A eso me refería con el timón y el destino. El timón representa para mí, los talentos recibidos, la educación, las capacidades y las habilidades; el destino, en cambio, es algo mucho más profundo y habla no de quienes somos, sino acerca de qué queremos ser y hasta dónde queremos llegar.
Por eso, es posible para la "Colorina" navegar sin timón porque tiene un sueño, tiene un destino, que es terminar dignamente esta cuarta etapa de la Vuelta al Mundo y estar lista para ganar la última que queda.
Sin un sueño, sin un destino, nuestra querida "Colorina", aun cuando anduviera llena de timones a bordo, no iría a ninguna parte.
Esperamos recalar mañana en Charleston, con nuestra linda bandera al tope, lavar nuestro querido barco, ordenar todo y empezar a trabajar para tenerla lista para el inicio de la última etapa de la Vuelta al Mundo que comienza el 31 de mayo.
Con el Negro les queremos dar las gracias por el tremendo apoyo que nos dieron.
Felipe