El ingreso sin previo aviso de una censura a la nueva presidenta de la Cámara Karol Cariola (PC) por parte del jefe de bancada republicano Stephan Schubert, a menos de 24 horas de la elección de la mesa por 1 solo voto de diferencia, descolocó a Chile Vamos y el resto de la oposición, manteniendo aún más alborotadas las aguas en la corporación, tras la polémica por que el oficialismo consiguiera el voto clave para Cariola dando la vicepresidencia a Gaspar Rivas (PDG), pese a su complejo historial que ha incluido piropos vulgares en TV, llamados a “violar a la señorita Constitución cuantas veces sea necesario”, tratar a sus pares de “conchasdesumadre”, y prometer “disparos en la nuca” a ladrones.
La bancada socialcristiana había anunciado una censura, pero en la oposición esperaban coordinarse para reunir previamente los votos. Quedaron offside cuando en la sesión de hoy se dio cuenta de que finalmente ambos comités presentaron la reclamación —sin Chile Vamos—, las que serán votadas en la sesión del lunes, pese a que Luis Cuello (PC) argumentó que estaban “mal formuladas”.
El argumento para la censura apuntó a que Rivas dijo en TV que el ministro Álvaro Elizalde (Segpres), le ofreció la vicepresidencia a cambio de apoyar a Cariola —lo que para la oposición configuraría una intromisión en otro poder del Estado—, lo que el ministro negó, aunque en el Congreso nadie desconoce su rol.
Ante el casi empate técnico que evidenció el estrecho triunfo del PC, desde anoche las bancadas opositoras sacaron sus calculadoras, pues un solo voto de algún diputado no alineado de centro puede hacer la diferencia: hasta ahora, los conteos son pesimistas y apuntan a una nueva derrota opositora. Para varios, presentarla solo 24 horas después es un severo error de cálculo considerando que “tarde o temprano” Rivas otorgaría motivos.
En Chile Vamos, sólo Evópoli (4 votos) se cuadró abiertamente. “Hay una falta evidente de intromisión del Ejecutivo. Votaremos a favor”, afirmó el diputado Jorge Guzmán. En RN y la UDI, los comités mayoritarios, el ánimo era distinto. “Republicanos se anticipó, hay que contar los votos. Sería nefasto un doble triunfo del PC, había que actuar en unidad. Aprobaré, pero es difícil que estén los votos”, admitió el subjefe del comité UDI, Henry Leal, mientras que su par Sergio Bobadilla añadió que el recurso es “irresponsable”. Y la jefa de comité RN Ximena Ossandón también se alejó: “Para una censura debe existir viabilidad política (...), es responsabilidad de Republicanos que esté. Tenemos serias dudas de que pueda ser”.
Y en las bancadas de centro, que votaron el lunes por Joanna Pérez (Demóicratas), el diputado Andrés Jouannet (Amarillos) informó su rechazo: “No apoyo en estas condiciones, es atarantado”. Rubén Oyarzo (exPDG) dijo que no ha decidido pero que es “apresurada”, y Francisco Pulgar (Ind. PDG) tampoco, aunque él no apoyó a Pérez.
Así, Schubert se limitó a decir que están “trabajando para tener los votos”; mientras que en el oficialismo, Raúl Soto (PPD), pidió un nuevo acuerdo de gobernabilidad más amplio, para evitar el pirquineo.
Elizalde, preso de la fragmentación (y Rivas)
En el Gobierno, la primera reacción anoche fue una ofensiva contra la causal que esgrimió la derecha: primero, Rivas emitió un comunicado clarificando que solo consultó a la subsecretaria Macarena Lobos si la vicepresidencia para el PDG seguía disponible, y luego Elizalde dijo que solo jugó un “un rol facilitador”. En el Ejecutivo no desconocen que el ministro participó en las conversaciones, pero que otra cosa es ofrecer los cargos. Fuentes de Gobierno niegan que el ministro haya conversado con Rivas el domingo, pero sí admiten que se reunió con él en días previos, pero cuando el diputado ni siquiera era candidato a la vicepresidencia: en ese entonces, su interés era entrar a las comisiones de Constitución y Trabajo y el oficialismo prefería a Karen Medina de vicepresidenta. Pero esta no quiso votar por el PC, y no quedó otra opción que darle el cargo a Rivas, quien tardó 24 horas en abrirle un flanco al Gobierno.
Así, indistinto del éxito que tuvieron las gestiones de Elizalde, en el oficialismo admiten que finalmente el secretario de Estado pagó de inmediato los costos evidentes que tendría el negociar con un “parlamentario incontrocable” como Rivas, los que tienen como telón de fondo la fragilidad de las mayorías en la Cámara, en las que un día se puede ganar la mesa de la corporación por un voto díscolo negociado a última hora, y al día siguiente esa misma mesa enfrentar una censura apresurada y perder la presidencia de la comisión de Constitución (ver recuadro).
{CITA La censura acentúa el desgobierno, desprecia urgencias de la gente”.;Osvaldo Andrade, exdiputado PS}
Así, para 3 expresidentes de la Cámara, la corporación se va tornando ingobernable, con escaso margen para que La Moneda empuje una agenda legislativa. “Hay inestabilidad permanente, porque no hay una mayoría sólida en uno u otro sentido. Soy escéptico (de que el Gobierno saque sus proyectos), al inicio del túnel electoral en más difícil construir acuerdos”, afirma Osvaldo Andrade (PS), apuntando también a que la censura “es una frivolidad de la oposición: no hay ningún gobierno al que le dé lo mismo quién encabece la corporación, pensar en prescindencia absoluta es una estupidez mayúscula. Se dio en Piñera, los nuestros. Y la censura es invitar a acentuar el desgobierno parlamentario, que significa un desprecio por las necesidades de la gente”.
{CITA Malas decisiones como incluir a Rivas afectan al Ejecutivo y su agenda”.;Patricio Walker, exsenador DC}
Para Patricio Walker (exDC), “que las mesas obedezcan a pirquineos se presta para malas decisiones, como incluir a Rivas, autodenominado el sheriff. No es un elemento que prestigie a la mesa y afecta al Ejecutivo, porque al final su mesa es objeto de censuras permanentes, y eso reduce la posibilidad de influir para poder aprobar su agenda. Tener mesas frágiles que no tengan permanencia asegurada afecta naturalmente la gobernabilidad, tanto como censurar la mesa 24 horas después. Nos guste o no, la mesa ganó por 1 voto, y así se gana en democracia”.
{CITA Tener a alguien ingobernable ya les está causando problemas”.;Diego Paulsen, exdiputado RN}
Para Diego Paulsen (RN), mientras, fue “una negociación desesperada del Gobierno para mantener la presidencia, y cometieron errores. Tener a alguien ingobernable en la testera ya les está causando problemas a 2 días”. Añade que “Elizalde sobrepasó su rol de colegislador” por lo que hay razones suficientes para la censura, pero que también “censurar sin coordinación absoluta es un error”.
