por:  dpa

miércoles, 01 de julio de 2015

El escritor Roberto Ampuero.

Foto El Mercurio

El escritor Roberto Ampuero (Valparaíso, 1953) considera que el nuevo gobierno de la Presidenta Michellet Bachelet tiene muchos elementos de populismo: "La Bachelet de hoy no es la misma que gobernó hasta 2010", señala en entrevista con dpa en Madrid.

"El discurso y la práctica de este gobierno es muy radical respecto a la de los gobiernos de la Concertación en Chile que, entre 1990 y 2010 fueron los mejores años de su historia, con crecimiento, desarrollo y prosperidad", señala el que fuera el último ministro de Cultura entre 2013 y 2014, en el último gobierno conservador de Sebastián Piñera.

Las profundas reformas propuestas por el nuevo ejecutivo han degenerado, sin embargo, en una "caída dramática de la inversión, un estancamiento de la economía y la polarización del país", afirma el autor, que pide a Bachelet que modifique esa línea "y vuelva a la política más pragmática a la que nos tenía acostumbrados la izquierda renovada en Chile".

El escritor considera que Bachelet está confundiendo la opinión de la calle -más ruidosa y radical- con la de la mayoría de la población, y ha basado sus planes de gobierno en las demandas más radicales de las organizaciones sociales.

"Como demuestra la caída de popularidad de Bachelet, la mayoría de la población quiere participar en la distribución de riqueza pero dentro del modelo actual y no que el país sea reformulado por completo", señala.

Ampuero aprovechó una visita a Madrid para promocionar su libro 

"Detrás del Muro" - que sale a la venta mañana jueves en las librerías españolas-, en el que narra su experiencia como joven desencantado del comunismo en la extinta República Democrática Alemana (RDA).

Sin embargo, el motivo de su viaje es la participación en el VIII Foro Atlántico "Iberoamérica de cara al futuro: Democracia y Populismo, nuevos desafíos", en el que compartirá cartel con el escritor peruano Mario Vargas Llosa, la bloquera opositora cubana Yoani Sánchez y el político chileno Cristián Larroulet.

"Chile no es un país corrupto", afirma al ser preguntado por los últimos casos de corrupción que emergieron, aunque reconoce que hay casos y hay corruptos.

"El manchón más oscuro, el extremo de la perversión política" es en su opinión el descubrimiento de que "fundaciones partidarias y políticos de corte antipinochetistas recibieran durante años financiamiento de una empresa que pertenece en gran parte al yerno de Augusto Pinochet", señala.

La corrupción sin embargo ha creado un desencanto y escepticismo muy fuerte de los ciudadanos con los partidos políticos, "que deben replantearse sus funciones y vínculos con la ciudadanía", asegura.