Para Polibio, historiador griego del siglo II antes de Cristo, la aristocracia -como forma de gobierno impulsada por los "ilustres, magnánimos y esforzados"- podía poner fin a los excesos de la "tiranía". Pero luego "suceden sus hijos en las mismas dignidades, gentes poco acostumbradas a trabajos, sin la más mínima noción de la igualdad y de la libertad constitutivos de una república, criados desde la infancia entre los honores y dignidades de sus padres; y abandonándose unos a la avaricia y torpe deseo de riquezas (...) transforman la aristocracia en oligarquía".

Según Francisco Javier Cuadra, ex ministro del régimen militar -quien pese a su alto cargo en el gobierno de Pinochet no tiene una buena relación con el sector- eso ha ocurrido en la UDI. Y el efecto del caso Penta no hizo sino consolidar la crisis. ¿Cómo salir? Una eventual formalización de Jovino Novoa dejará "vacíos" que permitirían un cambio en la élite gremialista.

-¿Cómo ve el proceso de rearme de la Alianza en medio del caso Penta?

-El efecto más importante ya se produjo: la crítica al interior de la UDI y en parte de la derecha. También remarco el cinismo de la clase política en general, porque la cuestión de financiamiento irregular cubre a todo el espectro político.

-¿Qué efectos ve en la UDI?

-La crisis de la derecha no queda sólo en la cuestión del financiamiento irregular. También está la no renovación de líderes desde el año 90.

-¿La mesa más joven, con Ernesto Silva, no da para hablar de renovación?

-Al parecer no era tanto, el tema no es sólo cambiar los carnets de identidad, sino cuál es el diseño político detrás.

-¿Y ese se ha mantenido?

-Al parecer. Hay un cambio de directiva, pero no de visión política, de sensibilidad, de lenguaje, de estilo. La élite se va transformando en oligarquía, porque permanecen los mismos que mandan los últimos 25 años. La agenda de los partidos no es una que vaya con los cambios de la sociedad ni con el estatus del pueblo de Chile en distintas materias.

-En la UDI hay un debate sobre una eventual refundación, discutir sus principios y hasta cambiar nombres.

-Cualquier debate va a ser sólido en la medida en que tenga una base regional y popular. Pero hay un segundo aspecto importante: la visión y lenguaje economicista que parece dominar en los sectores de centroderecha no alcanza a comprender ni expresar las inquietudes más radicales de nuestra población. Y creo que la derecha ha olvidado también sus raíces históricas, que están en lo mejor de la formación de la República democrática, en Carrera, Portales, Montt, Balmaceda, Alessandri, en líderes que imprimieron un sello claro y de progreso efectivo, de reformas reales que significaron la concreción específica de lo republicano. Eso sólo proviene, a mi forma de ver, de la transformación de la élite dirigente de la centroderecha en una oligarquía.

-¿Ese proceso se produce por qué?

-Lamentablemente sólo con el transcurso del tiempo. No es un problema ético ni moral. El anquilosamiento de las élites estuvo dicho ya por Polibio sobre la política griega y romana. Planteaba que una élite aristocrática, en el sentido de los mejores, se encapsula, se mira a sí misma, deja de tener contacto con el pueblo -a quien debe su poder-, no revisa su visión, su lenguaje, su estilo de hacer política. Y mantiene los mismos líderes, termina transformándose en oligarquía. Pierde la sensibilidad política sobre el momento en que vive y viene una crisis, en este caso la cuestión Penta, y la deja en situación de crisis propiamente tal. Que tiene una sola característica: vivir o morir. En medicina la crisis solamente ocurre cuando la opción solo es vivir o morir.

Novoa y el "vacío"

-La magnitud de la crisis ¿da para la muerte de la UDI?

-No, yo creo que lo que va a venir es una renovación profunda, si es que considera los elementos fundamentales de la crisis para no repetirlos.

-La forma en que ha manejado la UDI el caso Penta, ¿permite pensar que sea posible esta renovación?

-Los datos procesales del mes de marzo van a ser determinantes para producir los vacíos que van a dar origen a un proceso más de fondo y radical de planteamiento político.

-¿Se refiere a una eventual formalización de Jovino Novoa, por ejemplo?

-Así es, exactamente.

-¿Qué efectos podría tener una formalización de Novoa? ¿Deja un vacío de poder importante?

-Si un partido es sólido, de base popular y regional, no, porque surgen en los momentos difíciles los liderazgos naturales, los lenguajes puros, sin la escoria de las crisis.

-La UDI parece resistirse a ese escenario de cambios: no tomará medidas hasta que haya condenas, dijo Silva.

-Yo recurro en eso a la metodología de ciencia política y al recuerdo de Polibio: si la oligarquía es tan oligarquía que no alcanza a darse cuenta que ha perdido su rol de élite, en el sentido propio de la palabra, aristocrático, quiere decir que la crisis va a demorar en tocar fondo y en sanar, en mejorar su posición hacia las elecciones municipales y parlamentarias.

-¿Aumenta el riesgo de que el fin de la crisis sea por el lado de la muerte del partido?

-Sí, perfectamente.

-¿Cómo ve que Carlos Alberto Délano y Novoa, amigos y figuras influyentes en la UDI, estén en esta pugna?

-La visión política de Jaime Guzmán fue siempre la separación de los dos ámbitos, económico y político. Que el financiamiento no implique una expresión de poder es clave. No pareciera que con Guzmán o con Pablo Longueira ocurrieran cosas de ese orden.

-¿Por qué no?

-Desconozco la vida interna UDI. Pero del punto de vista del análisis, (la responsabilidad) es de todos aquellos que tomaron decisiones en el tiempo donde ocurrió esta confusión o superposición de financiamiento y nombramientos.