El Tribunal Constitucional debe resolver estos días si acoge a tramitación el requerimiento presentado por senadores de la Alianza en el que se objetan diversas normas del proyecto que pone fin al sistema binominal y lo sustituye por un régimen proporcional moderado, despachado la semana pasada por el Congreso. La abogada y profesora de derecho constitucional Ángela Vivanco, quien será la encargada de alegar el recurso, detalla los fundamentos y asegura que no se busca "ganar por secretaría" una batalla que se perdió en el Parlamento.

-¿En qué razonamiento jurídico se basa este recurso?

-En primer lugar es importante decir que las objeciones planteadas por los recurrentes no buscan que se declare inconstitucional el sistema proporcional que se está proponiendo en reemplazo del binominal sino que plantear la dudosa constitucionalidad de algunos aspectos de la nueva fórmula electoral, los que afectan fundamentalmente la igualdad del voto. Son varios temas que se presentan en este requerimiento pero yo diría que el principal es que la conformación de los distritos no guarda relación con criterios de equidad en relación a la población que tienen y la cantidad de representantes que eligen. Por ejemplo, distritos de condiciones similares en un caso eligen 5 parlamentarios y en otros 3, lo que obviamente se puede interpretar como una forma de privilegiar ciertos sectores de votos.

-El binominal también tiene distritos con grandes diferencias en electores y el mismo número de diputados.

-Sin duda que el binominal tiene un desequilibrio importante pero se trata de un sistema mayoritario en que no hay una equivalencia entre el voto y la conformación distrital, las comunas se agrupan de manera aleatoria y cualquiera sea la conformación de los distritos todos eligen dos. Por el contrario, el sistema proporcional implica una conformación distrital que tenga una equivalencia en representatividad. No se trata de decir que el binominal es bueno y el nuevo sistema es malo, pero si se está haciendo un cambio de esta entidad es importante hacerlo con criterios de equidad y no afectar la igualdad del voto.

-También se reclama que el nuevo sistema perjudica a las candidaturas independientes versus las de los partidos.

-La Constitución plantea que los candidatos independientes deben tener oportunidades políticas similares a los candidatos de partidos y un fallo del TC de hace muchos años precisó que eso se resolvía legalmente estableciendo que aquellos tenían que presentar un número de firmas de patrocinio equivalente al requerido para constituir partidos políticos. Con el nuevo sistema electoral la exigencia a los partidos se redujo a la mitad, produciéndose un desequilibrio muy manifiesto en la carga que se les impone a unos u otros.

-El recurso cuestiona además la falta de financiamiento para solventar el aumento de parlamentarios.

-Así es. Hay reglas de tramitación de los proyectos de ley en el sentido que éstos deben ir financiados y aquí solamente se hizo un esfuerzo en cuanto al financiamiento de las dietas parlamentarias pero no de las asignaciones. Por tanto no se advierte cómo se va a financiar un proyecto que agrega una cantidad considerable de parlamentarios nuevos (35 diputados y 12 senadores) sin establecer ninguna fuente de financiamiento para todas las asignaciones.

-En el oficialismo se argumenta que con este requerimiento al TC se busca "ganar por secretaría" lo que se perdió en las instancias democráticas.

-Todos los parlamentarios tienen la posibilidad, con un quórum suficiente, de requerir al Tribunal Constitucional cuando estimen que hay inconstitucionalidades en un proyecto. Este recurso existe porque durante su tramitación los proyectos van mutando y no siempre se hacen las apreciaciones constitucionales en los momentos oportunos o estas no son debidamente consideradas por la mayoría. La Constitución no puede quedar en el camino por el apuro de legislar. Estos recursos existen precisamente para que las decisiones no se tomen en una única instancia sino que se puedan consultar a otras porque siempre hay posibilidades de injusticia, errores y malas interpretaciones que después se pagan muy caros.

-La Alianza ha anunciado recursos al TC no sólo por el sistema electoral sino también por la reforma educacional y el acuerdo de unión civil. ¿No se busca con esto convertir el Tribunal en el último campo de batalla en una contienda que se perdió en el Parlamento?

-Siempre hay una última batalla que se puede dar en diversas instancias. Es muy importante que si hay últimas batallas se libren frente a un organismo integrado por personas que tienen conocimiento de la Constitución y de un origen plural en su designación y sus procedencias políticas. El Tribunal Constitucional tiene la objetividad y autonomía, su conducta no ha sido precisamente la de andar enmendándole la plana al Congreso sino que ha sido bien estricto frente a los requerimientos de constitucionalidad que acoge, que son pocos, porque hay una deferencia razonada respecto a la labor del legislador.