Presidente tiene previsto reunirse con diputados y senadores de la colectividad.
Silva estuvo ayer en el Senado, en medio del debate por binominal.
Se iba a efectuar ayer en la noche, pero apenas quedó claro que el despacho del proyecto que pone fin al binominal iba a "consumir" a los senadores hasta tarde -de hecho, terminaron cerca de las 7 horas de hoy-, debió suspenderse, aunque sigue siendo urgente. Se trata de un cónclave que reunirá a la directiva de la UDI con todos sus diputados y senadores para abordar diversas aristas de la fuerte crisis por el Caso Penta.
Ello, en medio de un diagnóstico ya extendido puertas adentro, por mucho que sus dirigentes lo nieguen en público: que el complejísimo cuadro político y judicial deja cada vez con menos margen de sobrevivencia a la mesa encabezada por Ernesto Silva, y que el fin de su gestión sería cosa de semanas.
Aunque el mismo timonel ha negado en público estar dispuesto a dejar la conducción, puertas adentro ha debido desplegar sucesivas gestiones para tratar de evitar fisuras y críticas entre sus propios parlamentarios. Así lo hizo con su bancada de senadores la semana pasada, luego de las duras críticas de su ex rival en la interna, Víctor Pérez.
En ese contexto, el pendiente encuentro de la mesa con sus legisladores es visto como otro intento por unir fuerzas. Aunque algunos dicen que el cónclave estaba "programado", ha sido pedido principalmente por los diputados cercanos a la línea de Silva, que estiman que los senadores -que han sido el principal foco de disidencia interna a la mesa y entre los cuales se cuentan afectados directos de la investigación, como Iván Moreira y Ena von Baer- no han sacado la voz con la misma fuerza que ellos para defender a la directiva. En la mesa, además, hay una evaluación negativa de la labor "política" de sus representantes en la Cámara Alta.
La idea era reprogramar el encuentro para esta noche, pero la larga jornada que hubo en el Senado complica de nuevo estos planes. Si no se efectúa en la semana, y a menos que se acuerde "unirlo" con la cena con que los diputados cerrarán su año legislativo -el martes 20 de enero-, se estima que la iniciativa se diluiría ante la rápida sucesión de hechos que ha marcado el Caso Penta.
Es precisamente esto último lo que ha generado un fuerte debate interno que apunta al cambio de la directiva. El tema ha comenzado a ser abordado en público, como lo hizo el ex diputado e integrante de la comisión política, Carlos Recondo.
En la directiva reconocen que si bien el lunes definieron sacar a Silva de la primera línea de vocerías y redistribuirlas entre los diputados José Antonio Kast, Javier Macaya, Felipe Ward y Gustavo Hasbún, los hechos han forzado al timonel a negar, rechazar o estar permanentemente explicando antecedentes que lo vinculan a los protagonistas del Caso Penta.
Así lo hizo tras conocerse el e-mail que Carlos Eugenio Lavín le envió proponiéndole gestiones ante un proyecto de ley que afectaba los cobros de las isapres. Y ayer para negar que mantiene acciones de Banmédica, vinculada a Penta.
Que el presidente del partido eventualmente sea citado a declarar, sumado a las críticas internas por el manejo político, abrió un debate interno por la sucesión de la mesa, cuestión que si no se zanja en los próximos días -se cree- no debiese extenderse más allá de marzo.
Que entre los nombres figura con fuerza el ex ministro Andrés Chadwick, punto que despierta aprensiones porque implicaría que el ex Presidente Sebastián Piñera se haría con el control de la UDI y se ahorraría escollos allí con miras al 2017; pero tras voces asumen que la crisis no deja margen para oponerse.
Otra carta que se menciona insistentemente es el vicepresidente Francisco de la Maza, uno de los principales impulsores de que la UDI separara responsabilidades políticas de responsabilidades jurídicas individuales. Consultado esta mañana sobre si está disponible, fue tajante en que no hay "ninguna posibilidad. Eso no está en discusión, la directiva ha hecho, con un apoyo amplio de dirigentes y ex dirigentes, un pronunciamiento oficial y sobre eso estamos basados en seguir funcionando para adelante".
Otra alternativa es el senador Hernán Larraín -antiguo rival de Jovino Novoa y Juan Antonio Coloma-, hoy aliado de Silva en el Senado y a quien se le atribuyen aspiraciones presidenciales. Algunos dicen que a Larraín lo ha promovido el propio Chadwick.
Y por otro lado, está el mismo Coloma; en cualquiera de estos dos casos la solución implicaría "volver" a presidentes que ya han ejercido. De cualquier modo, algunos creen que no habría margen para que Silva sea sucedido por nombres de la misma generación.
Algunos incluso mencionan al ex diputado Darío Paya, ex embajador en EE.UU. y cercano al círculo de Silva.
En tanto, cerca de las 09.30 de la mañana llegó a la Fiscalía Oriente para declarar en el caso Penta Mario Contreras Silva, ex coordinador nacional de la UDI y cercano a Coloma.
"Las puertas del diálogo para regular de forma muy estricta el financiamiento de la política, siempre van a estar abiertas. Pero aquellos que buscan un acuerdo político para dejar en la impunidad los eventuales delitos que investiga la fiscalía, pierden su tiempo".
Así lo señaló esta mañana el ministro secretario general de Gobierno, Alvaro Elizalde. Esto, en medio del diálogo con miras a aprobar el proyecto que modifica el financiamiento de las campañas y partidos políticos.
Aunque para esta mañana esta prevista una cita entre los ministros Rodrigo Peñailillo (Interior) y Ximena Rincón (Segpres) con el timonel de la UDI, Ernesto Silva, la larga jornada de anoche en el Senado por el binominal postergó el encuentro.