Complejo escenario de ex ministro. Posible formalización genera inquietud en su entorno.
El próximo sábado 17, Andrés Velasco tiene planeado viajar a Nueva York para realizar clases en la Universidad de Columbia. Situación de la que está al tanto el fiscal Carlos Gajardo, a cargo de la indagación del caso Penta: el persecutor ha intercambiado fechas con el abogado del ex ministro de Hacienda, Manuel Garrido, para que la próxima semana acuda a la fiscalía a entregar su declaración.
El periplo, dicen algunos de sus cercanos, podría hacerlo junto a su familia y extenderse por casi un mes.
Y es que aunque Velasco ha intentado mantener su rutina de salir todas las mañanas a trotar o andar en bicicleta, la creciente tensión por Penta lo ha llevado a terminar con sus actividades públicas y concentrarse en mantener sólo sus asesorías en el exterior, como la que realizó hace algunas semanas a Croacia.
Algunos en Fuerza Pública aseguran que quizá porque se ha visto muy expuesto él y su familia o porque se vio envuelto en una situación que nunca imaginó, está "muy afectado".
Esta semana, su situación en la indagación por Penta -tal como ha ocurrido con otros personeros UDI- comenzó a complicarse aún más, luego de que los controladores del grupo, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, dijeran al fiscal Gajardo que el pago de $20 millones a Velasco tras un almuerzo -realizado en el edificio corporativo de la firma- se concretó en el marco de lo que ellos entendieron como un aporte político, y no como un pago por una charla o asesoría, como había sostenido el ex ministro.
Quienes integran el círculo cercano de Velasco dicen que el propio líder de Fuerza Pública ha revisado las declaraciones que tiene la carpeta investigativa y que hablan del almuerzo que sostuvo con "los Carlos", como los llaman en la oposición.
En ese sentido, las mismas fuentes aseguran que el economista está tranquilo porque sus asesores jurídicos le han dicho que se debe mantener la postura de que el mencionado almuerzo no fue otra cosa que una instancia en que el ex titular de Hacienda concretó un "servicio profesional".
Y que, más allá de las declaraciones que entreguen los controladores del grupo, "procesalmente el caso terminara en nada en el caso de Velasco: no hay solicitudes de plata, no hay ninguna prueba, se ratifica que hubo un almuerzo y un servicio. Eso es lo que hay", dice otro miembro del círculo del ex ministro.
Bajo esa premisa, el otrora hombre de confianza de la primera administración bacheletista ha optado por una estrategia que destaque las señales de normalidad: contrató un jurista de bajo perfil como Garrido para evitar enviar el mensaje de que, en el marco de la investigación de fiscalía, "está en problemas".
De esta forma, el abogado Jorge Bofill -quien colabora con su movimiento, Fuerza Pública - dio un paso al lado y terminó defendiendo a Manuel Antonio Tocornal, ejecutivo de Penta y quien fue su vínculo original con la firma de Délano y Lavín. Tocornal fue compañero de Velasco en The Grange School.
Además, sus cercanos se han preocupado de entregar información al interior de Fuerza Pública, para evitar el surgimiento de críticas internas y tranquilizar a los integrantes del movimiento.
Así, el consejero de dicho organismo, Juan Ignacio Correa, asegura que "la última encuesta CEP muestra a un Velasco fortalecido frente a aquellos agoreros de siempre que anunciaban el fin de su carrera política. ¡Se equivocaron una vez más! ¿La razón? La ciudadanía valora y solidariza con Andrés, dándole un apoyo del 46%, que lo sitúa en un promisorio tercer lugar, a escasos 3 puntos de quién lidera".
Más allá del análisis optimista que hacen algunos en el grupo más cercano a Velasco, otros consejeros de Fuerza Pública creen que el tema es muy complicado. Esto porque se estima que mientra el proceso siga abierto, todos los personeros involucrados pueden "pagar graves costos políticos".
Y comparan el caso Penta con el de MOP-Gate, que afectó a autoridades que trabajaron en la administración del ex Presidente Ricardo Lagos.
En este contexto, al interior de ese movimiento algunos dicen que el tema central pasará por si finalmente el fiscal Gajardo formalizará al ex ministro de Hacienda. Las posturas al interior de Fuerza Pública están nítidamente divididas: mientras algunos de sus partidarios creen que su eventual formalización no dañaría su imagen en vista a las elecciones presidenciales del 2017 -porque Velasco apelaría y el caso quedaría en nada- hay otros que se atreven a señalar que si la acusación del Ministerio Público ocurre, el daño a su discurso central como ex candidato acerca de las "buenas prácticas" se va arrastrar por años y "su carrera se verá seriamente comprometida", perjudicando de manera muy profunda una eventual repostulación a la Presidencia de la República.
Velasco ha optado por refugiarse en sus amigos y varios de ellos repiten una y otra vez que para un profesional como Velasco no es raro que una empresa le cancele $20 millones de pesos por dar una charla. Es más, explican que sus asesorías al extranjero son mucho más caras. "Esa charla es normal para un tipo de Harvard", dice un directivo de Fuerza Pública.
También se han encargado de apoyar a Velasco y señalarle que el caso Penta no ha tenido un efecto negativo en su imagen pública. En ese contexto, desde Fuerza Pública adelantan que seguirán trabajando por fortalecer su figura como una alternativa de centro para el 2017.
El ingeniero y consejero de FP, Patricio Artiagoitia, pasó el fin de semana pasado con Velasco y se apresura en afirmar que "en la práctica no hay ni un peso que sea asociado a la campaña, así que veo improbable que se desacredite la versión de Andrés".
Y sobre el futuro de su amigo afirma que "la memoria de la gente depende de lo que hay que olvidar y aquí no hay nada parecido a los correos rogando la entrega de plata", aludiendo a los mensajes de personeros UDI a los ejecutivos de Penta. Y agrega que "si le va bien o mal (el 2017) no dependerá de esto".
