La Comisión Bravo ha recibido propuestas diversas, desde instaurar un préstamo del Estado por un millón de pesos para cada recién nacido hasta elevar el monto de la cotización obligatoria.
El mayor de los logros obtenido por las AFP en sus 33 años de vida -la buena rentabilidad de los fondos- no ha sido suficiente para aplacar la crítica más dura en su contra: las bajas pensiones que ofrecen en promedio.
La Comisión Bravo, que elabora una nueva batería de propuestas para intentar solucionar esta carencia y perfeccionar el sistema de capitalización individual, entregará sus conclusiones en agosto de 2015. Mientras tanto, rondan diversas ideas que apuntan a elevar el monto de las pensiones. Una de las propuestas es la del "Hijo feliz", diseñada por el economista Gino Lorenzini, de Felices y Forrados.
"Consiste en que el Estado le preste -no le regale- un millón de pesos a cada hijo recién nacido y lo deposite en una cuenta de ahorro especial, de tal forma que al momento que este hijo llegue a la edad de jubilación, tenga un ahorro mínimo de $50 millones y un piso de pensión de $250.000", explicó Lorenzini. Otras de las propuestas más recurridas son elevar la tasa de cotización obligatoria y adoptar una serie de medidas para terminar con las lagunas de ahorro previsional, que afectan sobre todo a los trabajadores por cuenta propia.
En octubre pasado el promedio de las pensiones de vejez (autofinanciadas) que pagan las AFP alcanzó a $179.406, monto inferior que los $198.040 que promedian las del sistema antiguo, pagadas a través del Instituto de Previsión Social (IPS).
Según los expertos, el punto de comparación más crítico entre sistemas son los montos de las pensiones de vejez, porque suponen el ahorro previsional sistemático durante toda la vida laboral del trabajador. Al considerar los otros tipos de pensiones que entregan ambos sistemas, jubilación anticipada, invalidez y sobrevivencia, las AFP le ganan al sistema antiguo: $196.794, versus $190.439, respectivamente.
En la Asociación de AFP destacan que "la rentabilidad promedio en los últimos 12 meses llega a 15%" y que el resultado de 2014 "se puede calificar como muy exitoso para los cinco multifondos, superando a alternativas tradicionales de inversión local, principalmente fondos mutuos y depósitos a plazo".
El Fondo A lidera en rentabilidad, superando el 16%, y este desempeño es muy positivo si se compara con el índice internacional MSCI, cuya rentabilidad en mercados desarrollados asciende a 9,8%.
La vicepresidenta del Consejo Consultivo Previsional, Mónica Titze, dice que el fondo C, que es el único que se mantiene como tal desde la creación de las AFP, en 1981 y por lo tanto ofrece un punto de comparación histórico. Hoy acumula una rentabilidad real anual promedio de 8,5% y una TIR (tasa interna de retorno) del 7,2%. "Es por lo tanto una excelente rentabilidad", dice Titze.
Mónica Titze agrega que los hombres cotizan en promedio 24,2 años y las mujeres sólo 14,5 años. Si a esto se agrega que las trabajadoras se pueden jubilar a los 60 años, se tiene un factor adicional que explica las bajas pensiones que perciben las mujeres. Pero esto no es todo, la condición de precariedad de las mujeres es aún mayor en la tercera edad, porque viven en promedio más que los hombres. Después de jubiladas, las trabajadoras tienen una esperanza de vida de 28,9 años, mientras que a los trabajadores varones el sistema les proyecta una pensión por 19,4 años.
Mónica Titze sostiene que se debe aumentar la cobertura de las cotizaciones y aumentar el ahorro. En el primer caso, propone hacer imponible el seguro de cesantía y mejorar las normas para que los trabajadores independientes coticen. Y para aumentar el ahorro, dice que es necesario subir la cotización obligatoria del 10 al 13%; aumentar el límite del ingreso imponible a UF 108,4; hacer imponibles las asignaciones que hoy no lo son; y postergar gradualmente la edad de jubilación para llevarla a los 67 años, tanto para hombres como para mujeres.
Otras propuestas que plantea la experta son resolver "el daño previsional que afecta a los pensionados que trabajaron en el sector público, a través del pago de una pensión paralela; y establecer que los fondos de pensiones sean sujeto de crédito del impuesto de primera categoría, lo que podría mejorar las pensiones hasta en 15%".
Gino Lorenzini señala que el promedio de las lagunas previsionales llega a 21 años, casi la mitad del total de años de la vida laboral de los chilenos. Agrega que "el Estado es uno de los principales responsables de la baja densidad del ahorro previsional, porque mantiene más de 50.000 trabajadores laborando a honorarios, sin contrato indefinido".
Advierte que la buena rentabilidad que muestran hasta ahora las AFP podría verse amenazada en el futuro por el riesgo sistémico que enfrentan todos los sistemas de previsión, a nivel global, derivado de las bajas tasas de interés que se ofrecen en los mercados, como consecuencia de las medidas adoptadas por los gobiernos para salir de la crisis subprime de 2008.
Si bien las AFP han dado muestras de tener una gran destreza para invertir los US$ 168.228 millones que llevan acumulados y que representan el 69,7% del Producto Interno Bruto del país, están expuestas a numerosos riesgos del mercado de valores chileno. Mal que mal, son lejos los principales actores de este mercado y lo que hagan afecta a otros inversionistas. Es lo que se conoce en la jerga del negocio como "efecto manada".
La economista Cecilia Cifuentes, del Instituto Libertad y Desarrollo, dice que las AFP han cumplido bien su mandato, "considerando que a pesar de los reducidos niveles de tasas de interés y del pobre desempeño del IPSA, las rentabilidades de los distintos fondos son muy positivas, en niveles que van de entre 7% y 10% real en los últimos doce meses".
Dice que estas trabajan con una combinación razonable entre riesgo y retorno, aunque podría ampliarse el rango de inversiones a nuevos instrumentos del ámbito de infraestructura.
La Asociación de AFP asegura que estas entidades "han acertado en migrar a mercados como Estados Unidos", lo que les ha permitido beneficiarse con el buen desempeño que muestran las principales plazas bursátiles mundiales. A su vez, este gremio reconoce que las AFP han desincentivando su participación en el mercado local y que éste se ha vuelto poco atractivo "producto de la incertidumbre imperante en diversos ámbitos que afectan la economía local".
Para el gigantesco tamaño del fondo de pensiones privado, el mercado de capitales local es pequeño y por ello los expertos sostienen que es importante que exista más flexibilidad para mover las inversiones de un mercado a otro, pero garantizando la rentabilidad y la seguridad de un activo que pertenece a los trabajadores.