Opiniones y críticas cruzadas, incluidos cuestionamientos al manejo interno de la bancada de diputados UDI -e incluso a la conducción del partido- provocó entre los parlamentarios gremialistas el minuto de silencio que una quincena de diputados de derecha rindieron a Augusto Pinochet en la sala de la Cámara el miércoles.
El homenaje, pedido por el UDI Ignacio Urrutia, detonó una controversia interna en que algunos reclaman que no fueron consultados y que fue una mala señal para la colectividad, versus otros que defienden la medida. Todo, justo en una de las semanas más críticas para la UDI en medio del caso Penta.
Uno de los escasos diputados "sub-40" que se quedó en sala fue Arturo Squella. "Si bien no sabía que se iba rendir homenaje, no tengo ningún inconveniente en guardar el minuto de silencio", explicó, precisando que valora la figura de Pinochet y que "no tengo problema en reconocer la transformación del país gracias al gobierno militar y al mismo tiempo condenar las violaciones a los DDHH".
Pese a ser generacionalmente cercano a la directiva -que no ha logrado concretar su promesa de campaña de suprimir las loas al golpe militar de la declaración de principios del partido-, el parlamentario dice que "no creo que la edad de uno juegue un rol" en la postura frente al tema. Y tampoco cree que lo ocurrido haya perjudicado la imagen del partido, como sostienen otros: "En ningún caso, buena parte de los dirigentes de la UDI contribuyeron a la parte positiva del Gobierno Militar".
Pero Issa Kort -quien no participó de la iniciativa- reclama que "fue inoportuno, en la bancada hay diputados de segunda y tercera generación; queremos mirar al futuro, buscar lo que nos une y no lo que nos divide". E insiste en que "la UDI tiene que zanjar su postura ante este tema, tomar una decisión colegiada". También Joaquín Lavín León acusó que "este tipo de homenajes no corresponde".
La controversia impulsó a diputados críticos de la directiva a retomar sus cuestionamientos, pese al llamado hecho por el jefe de bancada, Felipe Ward, a ser "cuidadosos". David Sandoval fue uno de los que estaba en la sala, pero se queja de que la idea de Urrutia "me pilló en una situación imprevista ante la que no quedó más que 'apechugar' y quedarse". Reclama que "me molestó, porque si se había pedido el martes, debió haberse discutido y que en la bancada cada uno tomara su posición. Fue un error de la bancada".
Y subraya que "cuando no hay una conducción orgánica empiezan a producirse estos arranques personales que provocan daño al partido".
Pero el ex presidente UDI Patricio Melero -quien participó del minuto de silencio- insiste en que "ha habido una intolerancia máxima y exageración" ante "no un homenaje, sino un minuto de silencio que no se lo voy privar ni al peor de mis adversarios".
