Compañías estiman que la nueva normativa no cambiará sus prácticas internas y que el diálogo con las autoridades debe continuar.
"¿Cómo le vamos a contar qué vamos a hacer para ajustarnos a la Ley del Lobby, si la cambian cada cinco minutos?", fue la respuesta del representante de una poderosa multinacional, ligada al mundo de los bebestibles, cuando se le consultó por las medidas que tomará para respetar el nuevo cuerpo legal.
Sin embargo, gigantes como Ultramar, Telefónica, Masisa, Entel, Enersis y CMPC transparentaron sus posiciones.
El presidente de Ultramar, Richard Von Appen, quiere revisar personalmente la ley y el reglamento de la misma, preocupado de que la nueva normativa no vaya a entorpecer las conversaciones entre las autoridades y los hombres de negocio.
"Hay lobby y por eso los empresarios y los políticos tenemos que preocuparnos de ajustarnos a la normativa. No he visto el detalle, pero no podemos impedir el diálogo, las conversaciones, con el debido respeto a la legalidad y sin conflictos de intereses, para mantener una relación fluida y fructífera", comienza señalando.
"No me gusta la palabra lobby -continúa- porque nosotros tenemos conversaciones dentro de los marcos que corresponden, para poder plantear inquietudes y hacer sugerencias, con el debido respeto. Uno lo puede hacer a través de los gremios, pero ellos no pueden cubrir todo, porque también nuestras compañías tienen problemáticas individuales. El diálogo es muy poderoso para ayudar a canalizar nuevas inversiones, mejorar lo que hacemos y escuchar los planteamientos de la autoridad".
Y concluye señalando que los mecanismos específicos para adaptarse a la nueva ley están en estudio.
"Los ejecutivos de la compañía tienen encuentros de trabajo con autoridades locales y nacionales, siempre formales y en torno a problemáticas de nuestros negocios. La puesta en marcha de la Ley del Lobby no debiera cambiar en ningún aspecto nuestro procedimiento", dice el secretario general de CMPC, Gonzalo García.
Y es que ya llevan actas de esas reuniones y no cree necesario contratar lobbistas especializados.
El CEO de Masisa, Roberto Salas, comienza señalando que "nos parece acertada una ley como ésta, que aboga por una mayor transparencia en las gestiones entre personas o entidades para defender o representar cualquier interés o influir en las decisiones que deban adoptar autoridades".
La empresa, asegura, no se hará problemas para adaptarse porque su política "siempre ha sido actuar con absoluta transparencia en nuestra relación con autoridades y solicitud de reuniones".
"Telefónica no cuenta con lobbistas, todos sus temas los aborda directamente en reuniones que forman parte de las agendas públicas de las autoridades", dice la compañía, que agrega que más que precauciones para cumplir con las exigencias de la nueva ley, cuenta "a nivel global y local" con un conjunto de "principios de actuación, que son públicos y seguiremos actuando conforme a ellos".
Consultados sobre la posibilidad de designar delegados especiales de relacionamiento -un rumor en el mercado-, la multinacional responde: "la nueva ley considera como lobby las reuniones que se puedan tener con distintas autoridades, independiente de su finalidad y nuestra empresa tiene una serie de reuniones de trabajo, muchas citadas por la propia autoridad, por lo que no tendremos cambios en ese sentido. Las autoridades reportarán de acuerdo a lo que les exige la nueva normativa".
Aunque no quisieron abundar en el tema, tanto Enersis como Entel expresan su compromiso con la ley.
La primera emitió un comunicado de prensa señalando que "la compañía se encuentra analizando los detalles de la nueva normativa para poner en marcha las medidas necesarias y dar cumplimiento", y la segunda otro, diciendo que "cumplirá cabalmente con las disposiciones".
