Tomás Moulián, sociólogo, cientista político, ex precandidato presidencial del Partido Comunista y ex rector de la Universidad Arcis, armó polémica a principios de mes cuando aseguró que hubo lucro por parte de algunos militantes del PC en la Arcis, donde todavía es profesor. Hoy está más tranquilo. Y explica que aunque no milita, se siente muy cercano al partido: "He tenido algunas discrepancias, pero voy a seguir votando por los comunistas".

-¿Quién es su comunista chileno favorito hoy día?

-(Abre los ojos; luego sonríe). Yo diría que Camila Vallejo y Karol Cariola. Estas jóvenes son interesantes y que deben prepararse para ejercer un liderazgo más importante en el partido. Estas chicas pueden emular a Gladys Marín, tienen todas las condiciones.

-Dos conocidos dirigentes del partido han sido cuestionados por decir lo que piensan: Juan Andrés Lagos y el embajador Eduardo Contreras. ¿No decir lo que se piensa es parte de los costos de estar en el Gobierno?

-Es parte de los costos de todos los partidos que están en el Gobierno, que se ven obligados a hablar con demasiada prudencia.

-Los roces hoy entre el PC y la DC, ¿responden a sus diferencias históricas o a las características de sus líderes Guillermo Teillier e Ignacio Walker?

-Primero, debo aclarar que es bueno que existan discusiones, pero desgraciadamente han sido manejadas en privado y no públicamente. Entonces, parecen choques de caracteres, cuando en realidad son colisiones entre dos partidos que piensan distinto.

-¿Pero cómo evalúa el liderazgo específico de Teillier y Walker?

-Teillier sustituyó a Gladys Marín, una gran dirigente. Tiene ese handicap, y esa desventaja. Y viene de un mundo opuesto al de Walker. Teillier fue encargado militar del partido para el atentado contra Pinochet, también de la internación de armas para las milicias que quería crear el PC. Por su parte, Walker y la Democracia Cristiana están girando a la derecha, defendiendo posiciones conservadoras en temas como la sexualidad, el aborto, la educación particular...

Recuperar las bases

-Queda la impresión de que Teillier no tiene el control de todas sus huestes. Las diputadas Cariola y Vallejo son bastante autónomas.

-No tengo esa impresión. Camila Vallejo y Teillier han trabajado juntos durante muchos años en el partido. Lo que pasa es que hay problemas generacionales que se cruzan con temas ideológicos y de mentalidad al hacer política.

-Entre los dirigentes hay preocupación: sienten que están descuidando a los movimientos sociales por asumir tareas de gobierno.

-Si el PC se despreocupa de las bases, le puede pasar la cuenta. Debo consignar, en todo caso, que la mayor parte de los partidos chilenos trabaja más bien en las alturas. La excepción es la UDI, que por decisión y obsesión de Jaime Guzmán intentó copiar el trabajo en las bases que tenía el Partido Comunista. Los comunistas deben volver a trabajar en las bases, ese es el lugar donde deben estar por motivos ideológicos.

-¿Cómo evalúa, por ejemplo, lo que está pasando con el Colegio de Profesores, que está dividido y el liderazgo del comunista Jaime Gajardo queda cuestionado porque su partido forma parte del gobierno?

-Estar en el gobierno implica ese tipo de desafíos: grupos de profesores presionando para obtener un reajuste salarial y un Partido Comunista obligado a apoyar las políticas de reajuste que impone el gobierno. Estar en la Nueva Mayoría, a veces parece una camisa de fuerza para el PC. Pero hay también aspectos positivos.

-En la CUT está pasando algo parecido con Bárbara Figueroa. ¿Puede desdibujarse el PC a nivel de gremios, sindicatos, federaciones estudiantiles?

-En la medida en que surgen sectores que critican la política del gobierno de Bachelet exigiendo mejores condiciones para los trabajadores y que la CUT se pone del lado del gobierno, pueden aparecer problemas. Pero, como digo, eso es una condición que viene dada por el hecho de ser gobierno. En las universidades están ganando lo anarquistas, porque no tienen responsabilidades gubernamentales. Pero insisto, el PC también tiene beneficios.

-¿Cuál es el principal beneficio?

-Incidir en las políticas públicas. El Partido Comunista tiene proyectos que le interesa sacar adelante y debe jugarse por ellos, aprovechando la ventaja que significa estar en el poder gubernamental. Por el momento no ha explicitado cuáles son esos programas.

-¿Y cuáles son las políticas públicas por las que debe jugarse?

-Debería ser el aborto terapéutico y en otras condiciones determinadas. Esto no sólo es una materia de salud pública, sino que también representa un tema ideológico muy profundo para el comunismo. Debe luchar por profundizar la reforma educacional, para que los profesores de verdad sean considerados y para que los niños "aprendan a aprender".

-¿Le sugeriría al PC, entonces, diferenciarse y no seguir pareciéndose a sus socios de la Nueva Mayoría?

-El PC será socio de la Nueva Mayoría por lo menos todo este gobierno. Pero ahí dentro le corresponde replantear medidas progresistas, ser un socio que fomente que los cambios y reformas más interesantes se realicen. No debe dejarse llevar por razones de Estado que, a veces, hacen que esos cambios caigan en el olvido. El PC tiene que ser, dentro de la coalición, una fuerza progresista.

Responsabilidad en Arcis

-Aún le queda al PC un flanco abierto: la Arcis. Usted aseguró que hubo lucro de algunos militantes y que el partido no asumió sus responsabilidades. ¿Por qué?

-Hubo un momento en el que el partido retiró fondos de la Arcis, aparentemente para dedicarlos a las campañas políticas. Después, el PC se alejó de la universidad y no sacó nuevos fondos. Pero esto ya es cosa del pasado; ahora la universidad tiene que ajustar sus políticas para volver a surgir.

-¿Pero la actual crisis económica de la Arcis tiene que ver con el retiro de esos fondos?

-No, la crisis no tiene tanto que ver con la plata que sacaron los comunistas, como con la decisión de nunca ajustar la planta de funcionaros al número de estudiantes. Cuando yo fui rector, el 2004, había cerca de cinco mil estudiantes; hoy día hay apenas dos mil y la planta siguió siendo la misma. Ese es un problema de gestión.

-¿Para el PC sería mejor reconocer ya su responsabilidad en el conflicto?

-El Partido Comunista debería reconocer su responsabilidad y explicar que fue una política de un momento, que tuvo que ver con necesidades del partido.

-¿Ha recibido nuevas críticas internas por sus declaraciones?

-Recibí la de Juan Andrés Lagos, ninguna más. Por el contrario, muchos se han mostrado muy dialogantes conmigo, hemos conversado y discutido, y por lo menos de parte de los militantes comunistas que están en la universidad no he sido víctima ni de persecuciones ni de críticas acerbas. Sólo Lagos dijo que yo había sido irresponsable al decir lo que dije. Yo le respondo que es cierto, a lo mejor fui irresponsable, pero dije la verdad.